El tratamiento más nutritivo y emoliente y también el más fácil de preparar.
¡No os compliquéis la vida!
Esta crema está al alcance cualquiera, tan sólo necesitáis un poco de manteca de karité y un aceite adecuado a vuestro tipo de piel para prepararla. Y, muy importante, no necesita tan siquiera conservantes que son los que nos pueden ocasionar algún pequeño problema de intolerancia o rojeces en la piel de nuestro cutis. ¡Tan sólo vitamina E para evitar el enranciamiento de las grasas vegetales!
Esta combinación no sólo constituye un buen tratamiento de noche por su riqueza en activos frescos de gran valor, sino que además es un excelente preventivo de las crisis de dermatitis, los eccemas, y las pieles secas y reactivas.
Nuestra recomendación es que, si tenéis dermatitis atópica y os salen eccemas; la utilicéis a diario como crema básica combinada con unas gotitas del aceite esencial de sándalo, por ejemplo. El aceite de sándalo, al igual que los de jengibre o neem, tiene propiedades antibióticas selectivas. Es decir, este aceite insta a nuestro sistema inmunológico a repeler los virus y bacterias sin dejar de respetar la flora microbiana buena que nuestra piel necesita. Es por eso que esta crema puede ser una opción muy buena como crema de mantenimiento.
En el caso de que estéis pasando por una crisis, le podéis añadir aceites esenciales con mayor capacidad biocida, como los de romero y tomillo, y notareis la diferencia. Nuestro consejo es, siempre, que los aceites esenciales con fuerte capacidad biocida los utilicéis de manera puntual y sólo cuando son necesarios, nunca como una rutina de cuidados diarios. De esta forma, observareis que vuestra piel se conservará siempre muy bien.
INGREDIENTES:
Manteca de karité: Es un ingrediente perfecto para tratar todo tipo de pieles secas o agrietadas, o incluso las pieles maduras. Cuida y protege de manera extraordinaria nuestra piel, y le aporta sus propiedades humectantes y emolientes. La manteca de karité evita que se produzca deshidratación y protege de las agresiones externas más fuertes que la piel pueda sufrir.
Macerado de escaramujos de rosa en aceite de oliva extra virgen: Podemos decir que ésta es la versión casera del aceite de rosa mosqueta que tantas propiedades regeneradoras y como antimanchas facial posee.
En otoño estuvimos recogiendo escaramujos del parque que pusimos a macerar como explicamos en nuestra entrada de OLEO-MACERADO de escaramujos silvestres. Y ahora disponemos de un aceite magnífico obtenido por maceración y que conserva toda la vitamina C y todas las propiedades antioxidantes y reafirmantes de los escaramujos de rosa silvestre.
FÓRMULA
A partes iguales manteca de karité y un aceite vegetal de nuestra elección.Si es verano o si vivís en un clima cálido, es mejor que le pongais sólo 2/3 de aceite en proporción a la cantidad total de manteca de karité.
15g Manteca de Karité
15g de Aceite Vegetal ( en este caso el macerado de escaramujos de rosa en aceite virgen de oliva)
1 gota de Vitamina E, Tocopherol
Opcionalmente, unas gotitas de algún AE de vuestra elección. En mi caso, le voy a poner unas gotitas de laurel que huele muy bien y a mi piel le va perfecto.
PROCEDIMIENTO
El procedimiento es bastante sencillo. Aunque nos dé un poquito de trabajo, es bastante sencilla de hacer, y el resultado es magistral.
Lo que vamos hacer es colocar nuestra manteca de karité en un pequeño bowl donde, con la ayuda de una cuchara, vamos a trabajar nuestra manteca de karité hasta lograr una textura cremosa. No la calenteis ni la lleveis al baño maría, no es necesario.
Cuando ya hayamos logrado esa textura cremosa de la manteca de karité, le añadiremos el aceite vegetal de nuestra elección. Y removeremos bien con vigor para lograr que ambos ingredientes se integren bien y adopten la textura de una crema emulsionada.
Con este modo de proceder, la manteca de karité y el macerado de rosa mosqueta conservan mejor todas sus propiedades.
Una vez lograda nuestra textura final, sólo nos queda añadir la capsulita de vitamina E (procurad que no sea vitamina E sintética pues esforzarse para conseguir un aceite vegetal de calidad si después le añadimos vitaminas sintéticas no tiene mucho sentido) y , por último, envasar.
Así de sencilla de preparar y con tan sólo dos ingredientes fundamentales: la manteca de karité y un aceite de vuestra elección.
De verdad que si la probais repetireis, así que dejadme algún comentario si es así 😊