LA PARADOJA DEL SOL

LA PARADOJA DEL SOL

El Sol da la vida a la Tierra, pero nuestra relación con él debe ser de un equilibrio sostenido. Si bien es cierto que nuestra piel necesita de él para sintetizar la vitamina D responsable de importantísimas funciones en el organismo, también es cierto que un exceso de exposición solar, especialmente en las horas centrales del día, puede repercutir en daños graves en nuestra piel y no sólo de carácter estético.

En un artículo de Marta Beltrà García-Calvo y Ana Belén Ropero Lara, profesoras de Nutrición y Bromatología* en la Universidad Miguel Hernández de Alicante; se hace un análisis acerca de la necesidad de la vitamina del sol de cara al fortalecimiento de nuestras defensas y la prevención de las enfermedades infecciosas entre otras múltiples funciones.

*La Bromatología es, junto con la nutrición, una disciplina académica que se ocupa de estudiar la composición química de los alimentos, así como las calorías y nutrientes que contienen, sus propiedades físicas y su toxicología.

NECESITAMOS DEL SOL PARA SINTETIZAR VITAMINA D

Nuestra piel produce este micronutriente gracias a los rayos UVB del sol, pero también podemos obtener la vitamina D a través de la alimentación. En ambos casos, para poder funcionar correctamente en el organismo, debe pasar primero por unas reacciones químicas que se producen en el hígado y en el riñón.

Entre los pocos alimentos que contienen vitamina D nos encontramos con la mantequilla, los huevos o los pescados azules. Sin embargo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda evitar o limitar el consumo de peces de gran tamaño con alto contenido en mercurio, incluidos el pez espada, el atún rojo, el tiburón y el lucio.

Funciones de esta vitamina

1) El papel de la vitamina D en la salud ósea es conocido desde hace años. Favorece la absorción del calcio en el intestino y se utiliza para muchos procesos biológicos. Además, este micronutriente es necesario para el crecimiento y desarrollo de los huesos en los niños. También ayuda, junto al calcio, a reducir la pérdida de mineralización ósea en mujeres posmenopáusicas y previene la osteoporosis.

Cuando hay deficiencia de vitamina D, los huesos son los principales afectados. En niños se manifiesta en forma de raquitismo, que puede provocar fracturas óseas y desarrollo deficiente de los dientes. En los adultos causa osteomalacia (huesos débiles, dolor óseo y debilidad muscular) y osteoporosis en personas mayores.

2) La vitamina D también está implicada en otras funciones biológicas. Los músculos, el sistema inmunitario, el metabolismo del fósforo y los dientes son algunas de sus dianas.

Los estudios muestran que las deficiencias en vitamina D están asociadas a mayor riesgo de varias enfermedades: infecciones del aparato respiratorio superior, enfermedades autoinmunes o alergias, problemas cardiovasculares e incluso mayor mortalidad. También se han relacionado niveles más bajos de vitamina D con obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.

La World Cancer Research Foundation es la institución internacional de referencia en materia de cáncer. En su informe de 2018 indica que una ingesta adecuada de vitamina D podría estar relacionada con una menor incidencia de cáncer colorrectal. A pesar de toda la información de la que disponemos, existe una gran controversia con respecto a las dosis óptimas para conseguir beneficios claros con la vitamina D. La eficacia clínica de los suplementos no responde a las expectativas. Aún peor: es difícil encontrar un método apropiado para detectar las deficiencias en vitamina D.

Entonces, ¿cuánto sol necesitamos tomar según los expertos?

Al parecer, lo ideal es realizar actividades al aire libre en invierno y otoño, ya que la intensidad de la radiación solar es baja y vamos más tapados.

En verano y primavera, en que los rayos del sol caen perpendiculares, basta con tomar el sol en piernas, brazos y cara durante 15 minutos, al menos 3 veces por semana.

A pesar de los beneficios del sol en la síntesis de vitamina D, los rayos UVB pueden provocar cáncer de piel. Por esta razón, debemos tomar muchas precauciones. En verano, incluso en los días nublados, no se debe estar expuesto al sol entre las 12 y las 17 horas y es conveniente utilizar una crema protectora solar.

Con respecto a este tema de la protección solar es donde surgen más controversias acerca de los productos naturales o “caseros” de protección solar. La principal queja es que cómo es posible saber el grado de foto protección de un protector solar casero.

Pero, ¿es que realmente esto es tan importante? Si se supone que no debemos exponernos al sol en las horas centrales del día, ¿tenemos realmente necesidad de un factor de protección 50 como algunos expertos publican? ¿Y qué es en realidad un factor de protección de 50?

La fotoprotección de 50 realmente no existe, existen aproximaciones que están formuladas a base de químicos disruptores endocrinos como la oxibenzona.

Las cremas solares que encontramos habitualmente en el mercado, suelen contener un alto porcentaje de filtros de protección solar, que en su mayoría son filtros químicos. Estos filtros químicos tienen como ventaja que nuestra piel los absorbe bien y que son fáciles de aplicar, pero también tienen varios inconvenientes, como veremos a continuación:

https://www.abc.es/salud/noticias/20140715/abci-mellanoma-nature-cremas-solares-201407150928.html

Según la investigadora Berta López Sánchez-Laorden, del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

“Usar cremas de protección solar protege contra los daños inmediatos de la radiación como quemaduras solares, pero la radiación todavía puede penetrar, así como dañar el ADN de las células y provocar cáncer”.

La FDA (organización que autoriza o prohíbe productos medicinales o de otro tipo en Estados Unidos) ha reconocido que los protectores solares no sirven para prevenir el cáncer de piel y lo argumentan así:

Dañan la piel: Ha habido un aumento de cánceres de piel y de labios en los últimos años los cuales se asocian al uso de cremas solares con filtros químicos, y os preguntaréis… ¿por qué? Pues bien, estos filtros solares no forman una barrera protectora entre nuestra piel y el sol como podríamos pensar… No, no es así. Los últimos estudios demuestran que los rayos ultravioletas penetran la piel y la protección se hace gracias a unas reacciones que tienen lugar en nuestra piel. Y como os decíamos antes, como no nos quemamos nos permiten estar más horas al sol. La parte más negativa es que, como los filtros químicos no impiden que los rayos ultravioletas entren en nuestra piel, acaban dañando nuestras células. Y claro, el sol es acumulativo y nuestra piel tiene memoria, así que, muchos días al año, durante años tomando el sol…

Actúan como disruptores hormonales: Muchos de nosotros ya sabemos lo que son los disruptores endocrinos. Estas sustancias tienen la capacidad de alterar nuestras hormonas, este es un tema muy grave y que merece toda nuestra atención. Un estudio vincula a un tipo de filtro solar, llamado benzofenona, con un aumento de mujeres con endometriosis.

Y, en cualquier caso, dañan el medioambiente: Los filtros químicos no son biodegradables, de hecho, se estima que cada año 4000 toneladas de estos filtros químicos se depositan y se acumulan en el fondo marino. Según un estudio de la EHP (Environmental Health Perpectives) llevada a cabo por el profesor Donovaro en diferentes lugares del mundo, llegaron a la conclusión que las cremas solares con filtros químicos tienen un impacto negativo sobre los arrecifes de coral. Hoy en día se estima que más del 60% de los arrecifes de coral están en mal estado. Muchos animales marinos viven y dependen de estos arrecifes por lo que, ellos también se verían afectados. En algunas reservas marinas, como la reserva de la bioesfera de Tulum, en Méjico, se prohíbe el uso de cremas solares con filtros químicos.

Lamentablemente, también muchas de las cremas ecológicamente certificadas tienen un impacto sobre la vida marina. La mejor solución es pues elaborar o comprar cremas fotoprotectoras a base de filtros físicos de las que dejan la piel blanca (dado que no son “nano” y no se absorben). Estos filtros son los mejores para nuestra piel y también, por tanto, para la vida marina.

Y no perdamos de vista que estas cremas solares, aparte de filtros solares “químicos” contienen otras sustancias (parabenos, phenoxyetanol, siliconas, …) que también deberían ser evitadas.

 

CONSEJOS DE CARA A SOBRELLEVAR EL SOL DEL VERANO

-La ropa también sirve para protegernos del sol. De hecho, nuestros abuelos la utilizaban para protegerse del sol sin químicos ni protectores solares. Podemos ponernos prendas holgadas de tejidos ligeros como la muselina de algodón y el lino. Los sombreros y gafas de sol son también complementos de gran ayuda.

-La segunda norma de oro es evitar la exposición directa al sol del mediodía, sobre todo en verano en que los rayos del sol tienen una incidencia mucho mayor.

-Y la tercera norma es prepararse para el verano con una dieta antioxidante puesto que nuestra piel es nuestra primera línea de defensa. Comer muchas verduras y frutas de verano minimiza la posibilidad de que los radicales libres puedan dañar nuestra piel. La naturaleza es muy sabia, y los alimentos de la temporada de verano son los que mayor cantidad de antioxidantes contienen: albaricoques, melocotones, fresas, arándanos, frambuesas, cerezas…

Así pues, proporcionarle a nuestro organismo vitaminas y compuestos antioxidantes, como la vitamina C (frutas y hortalizas frescas), la vitamina E (frutos secos, semillas, aguacates) y carotenos (vegetales rojos, naranjas, amarillos y verdes), que aumentan la resistencia de la piel a la radiación solar; es una gran idea de cara a protegernos por dentro de la incidencia de los rayos sobre nuestra piel y mantenerla bonita.

A la vez, consumir alimentos ricos en omega 3 (pescado azul, legumbres y nueces…) y suficiente agua es también muy importante. Estos alimentos son precisamente lo que nuestros cuerpos necesitan para tener una piel sana y una protección natural del sol.

Y si hemos de permanecer al sol entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde en verano, es recomendable recurrir a una crema solar de certificación natural o ecológica que esté libre de filtros químicos y otros ingredientes sintéticos potencialmente dañinos. Los protectores solares certificados utilizan sólo filtros minerales físicos inocuos como los que promovemos en nuestras recetas de cosmética casera.

Cuando hablamos de filtros físicos, también conocidos como filtros minerales, hablamos del óxido de zinc y del dióxido de titanio. Como su nombre indica son de origen mineral y son los que se utilizan en cosmética natural y BIO. A diferencia de los filtros químicos que interactúan con la piel para protegernos, estos filtros hacen una capa protectora reflectora en la superficie de la piel a modo de espejo. Y esto lo consiguen dejando una capa blanca en la piel, es por ello que suelen ser más difíciles de extender. Estos son seguros y biodegradables, siempre y cuando no contengan nanopartículas. Y esto siempre puede comprobarse muy fácilmente. Los protectores que nos dejan la piel blanca no contienen nanopartículas y no se absorben, es por ello que nuestra piel queda blanquecina.

No os dejéis engañar, una crema que es translúcida o casi translúcida en realidad siempre usa nanopartículas, incluso si el fabricante dice no hacerlo.

Además, estos filtros minerales, si tenemos la piel sensible, rara vez provocan una reacción alérgica. Son llamados filtros de amplio espectro porque protegen contra la radiación UV-B y UV-A. Además, el óxido de zinc es superior al dióxido de titanio; este último carece de una pequeña parte del espectro UVA en su protección.

NUESTRA PROPUESTA NATURAL PARA EL VERANO

Fijaos en los ingredientes de la crema protectora pantalla mineral de Maison Karité con SPF de 20 y basada en extractos naturales con certificación ecológica.

INCI: Butyrospermum Parkii Butter*, Sesamum Indicum Seed Oil*, Mauritio Flexuosa Seed Oil, Zinc Oxide, Bixa Orellana Seed Extract*

Esta manteca outdoor con pantalla mineral (Zinc Oxide) contiene además filtros biológicos naturales para un extra de protección como la manteca de karité, el extracto de urucum, y a los aceites vegetales de sésamo y de burití.

Podríamos resumir así los ingredientes que contiene:

Manteca de Karité (Butyrospermum Parkii Butter*)

Aceite Vegetal de Sésamo (Sesamum Indicum Seed Oil*)

Aceite Vegetal de Burití (Mauritio Flexuosa Seed Oil)

Oxido de Zinc y

Polvo de Urucum (Bixa Orellana Seed Extract*)

 

¿Decidme si no podemos formular una crema similar de manera casera que tendrá, automáticamente, un factor de protección similar?

MANTECA FOTO PROTECTORA; NOSOTROS LA HEMOS FORMULADO ASÍ:

Ingredientes:

45 gr. de manteca de karité

25 gr. de aceite de sésamo o de albaricoque, que aporta betacarotenos

Opcional: 5 grs de aceite de burití o de karanja (actúan como potentes filtros biológicos)

10 gr. de macerado de urucum, sustituible por macerado de extracto de zanahoria

10 gr. de óxido de zinc

5 grs de tierra de diatomeas de grado comestible (nos gusta añadir este componente para que la receta tenga una textura menos oleosa dado que la tierra de diatomeas es un buen absorbente que aporta consistencia y sustancias dermoprotectoras como la sílice). En su defecto, sería sustituible por arcilla caolín, aunque no exactamente igual.

5 gotas de vitamina E

Opcionalmente: unas gotas de aceite esencial de lavanda.

Los aceites esenciales que nos protegen del sol son principalmente los siguientes: aceite esencial de lavanda, de mirra, de semillas de zanahoria, y el de menta.

*Es muy importante que el óxido de zinc no sea de los de nanopartículas porque estos son los que pueden absorberse y ocasionan problemas de toxicidad. Cuanto más blanca quede nuestra piel, mayor protección ofrecerá nuestro filtro mineral.

PROCEDIMIENTO:

Se pesa la manteca de karité y se deshace al baño maría hasta que esté derretida.

Bajamos a fuego mínimo para mantener la calidad de los ingredientes.

A continuación, vamos añadiendo el resto de aceites mezclando todo muy bien con la varilla.

Seguimos agregando el óxido de zinc y el macerado de urucum mezclando bien con la varilla.

Es el momento de agregar la vitamina E y el aceite esencial de lavanda.

Envasamos y dejamos un rato en la nevera para que el ungüento coja consistencia.

 

CÓMO HACER EL MACERADO DE URUCUM:

50 ml. de aceite de coco o de sésamo, que son de por sí fotoprotectores

5 gr. de urucum en polvo

Se deja macerar una semana removiendo de vez en cuando

Se filtra, de preferencia con un filtro de café sin blanquear porque el urucum tiñe las telas.

Este macerado oleoso de urucum lo añadiremos a nuestra receta de manteca fotoprotectora solar, y también podemos aprovecharlo para elaborar un serum bronceador. La siguiente receta es para un envase de unos 50 ml:

SERUM BRONCEADOR

Ingredientes:

48 ml. de macerado de urucum

20 gotas de extracto CO2 de granada o frambuesa

5 gotas de vitamina E

Opcionalmente: 4-5 gotas de aceite esencial de ylang ylang (puede ser de geranio, zanahoria, palo de rosa…)

PROCEDIMIENTO: Se añaden los ingredientes uno a uno mezclando bien con la varilla y listo.

Como veis, no es nada difícil y deja la piel luminosa y con un bonito tono. Mucho cuidado con la ropa porque pueda dejar manchas.

Sin embargo, cuenta con la gran ventaja de dejar la piel con un tono bronceado sin necesidad de preocuparse de tomar el sol cuando se tiene la piel blanca del invierno. Además, se puede usar también para calmar la piel tras una exposición solar.

 

 

 

 

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