El romero (Rosmarinus officinalis) es una planta muy aromática arbustiva de hojas perennes. Sus hojas son de color verde intenso y sus flores son generalmente de color violeta pálido, pero las encontraremos en alguna ocasión de color azul intenso, rosado o blanco.
Crece en lugares áridos, rocosos y calcáreos, y puede florecer durante todo el año si el clima es cálido. La planta es originaria de la zona mediterránea, pero se encuentra sobre todo en el sur de Europa, norte de África y suroeste de Asia.
El romero fue muy apreciado en la antigüedad. Su uso como medicina no era frecuente, sino que se usaba principalmente en ritos religiosos y de purificación (sustituía al incienso), en actos públicos o celebraciones íntimas. Era símbolo de amor, de fidelidad, de prosperidad y de inmortalidad.
El aceite esencial de romero se obtiene de los tallos en flor generalmente. Según las fuentes consultadas, podría haberse extraído por primera vez en el siglo XII, probablemente por los árabes. Es el ingrediente principal de la famosa agua de la reina de Hungría, creada alrededor del año 1370. La leyenda cuenta que la reina recibió de un ángel o de un monje la fórmula de un licor rejuvenecedor a la edad de 72 años. Posteriormente pasó a ser un perfume.
SU EFECTO ANTI-EDAD
Este aceite esencial debería tomarse muy en cuenta para preparar sencillos y eficaces tratamientos anti-edad. Su efecto antienvejecimiento no solo se puede aprovechar en el cuidado de la piel, sino también en el de articulaciones y musculatura y para favorecer la memoria.
Aunque es eficaz también a la hora de tratar patologías respiratorias, congestiones venosas y para cuidar del hígado.
SU UTILIZACIÓN EN FORMA DE SERUM
En caso de dolor de contracturas y articulaciones diluiremos un par de gotas del aceite esencial en una cucharada de aceite de árnica que es de por sí un excelente antiinflamatorio y lo aplicaremos en la zona afectada.
En caso de caída capilar, podemos añadir unas gotas a nuestra dosis de champú dejándolo reposar unos minutos antes del aclarado. También es posible añadirlo al contenido de la botella de champú en mayor cantidad.
Es posible también añadirlo a una mascarilla capilar de aceite de comino negro* (por ejemplo) con la que podemos masajearnos el cuero cabelludo una vez por semana.
El aceite esencial de romero es además un buen detoxificante hepático que podemos acompañar a una dieta de limpieza detox. Por ejemplo, añadiendo 2 gotas a un poco de aceite vegetal de comino negro que ingeriremos dos veces por día durante 15 días.
*El aceite de comino negro destaca por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antifúngicas y antibacterianas. El comino negro también tiene beneficios cutáneos y está recomendado para el cuidado de pieles sensibles, alérgicas o con picores.
EN FORMA DE ALCOHOL DE ROMERO para combatir las piernas cansadas y los dolores artríticos:
Dado que promueve la circulación sanguínea, es de gran ayuda con las piernas cansadas y pesadas, los músculos doloridos y la celulitis.
Las abuelas eran con razón las principales defensoras de las bondades de las friegas con alcohol de romero. Este tipo de friegas se vienen realizando desde tiempos inmemoriales. Los dolores de tipo reumático (artritis y artrosis) en las rodillas, los hombros o las manos suelen resultar muy limitantes. Las friegas con el alcohol en las zonas afectadas pueden ayudar a mitigar el dolor y a mejorar la movilidad.
A este efecto, es posible hacer una elaboración de alcohol de romero:
CÓMO PREPARAR EL ALCOHOL DE ROMERO DE USO EXTERNO
Para uso externo se suele utilizar el romero macerado en alcohol. Aplicado de esta manera se utiliza para combatir la celulitis, para hacer friegas en músculos doloridos y también para fomentar la circulación sanguínea en las piernas cansadas y/o afectadas por varices.
Ingredientes:
250 ml de alcohol denat de 96º de farmacia. (También alcohol de perfumería, o alcohol etílico de 96º desnaturalizado* como el que utilizamos para elaborar tinturas de grado cosmético).
50 gramos de hojas frescas de romero (es importante que las hojas estén frescas para beneficiarse al máximo de sus principios activos).
Una botella de cristal opaco.
ELABORACIÓN:
Introducimos las hojas de romero en la botella y luego las cubrimos con el alcohol.
Tapamos la botella, la colocamos en un lugar oscuro y dejamos que macere durante 15 días.
Transcurrido el tiempo, pasamos la mezcla por un filtro o colador fino a una botella de cristal opaco.
La guardaremos en un lugar alejado de cualquier fuente de calor, pues es fácilmente inflamable.
Opcionalmente, transcurridos los 15 días de maceración, podemos añadir un par de gotitas de AE de romero a nuestro alcohol para reforzar sus efectos.
*El alcohol desnaturalizado es etanol (alcohol etílico) que no es apto para el consumo humano al agregarle uno o más productos químicos (desnaturalizantes). La desnaturalización se refiere a eliminar una propiedad del alcohol (poder beberlo), no a alterarlo químicamente o descomponerlo, por lo que el alcohol desnaturalizado contiene alcohol etílico común.
¿Cómo se aplica el alcohol de romero?
Se toma una pequeña cantidad, la que cabe en el hueco de la palma de la mano, y se extiende suavemente sobre la zona afectada. A continuación, se pasan las manos, realizando fricciones de abajo a arriba (es decir, de los pies hacia arriba) de modo que se sienta calor en la zona. Podemos repetir el procedimiento tres o cuatro veces al día o hasta que sintamos alivio.
Este alcohol no debe ser utilizado por personas con psoriasis, dermatitis o problemas de eccemas, porque podría empeorar estas condiciones. Como sabemos, el alcohol no se absorbe, en general, sino que se evapora muy rápidamente al contacto con la piel. Sin embargo, tiende a secar la piel, por lo que es mejor ser prudente y no utilizarlo para otros usos que los indicados. Tampoco debe ser utilizado por mujeres embarazadas o lactantes debido a las propiedades tónicas y estimulantes del romero.
EL ROMERO PARA LA PIEL
Para la piel es posible añadirlo a una formulación de serum anti-edad. Una propuesta sería poner 10 ml de aceite esencial de romero en una base de 40 ml de aceite de jojoba, 20 ml de aceite vegetal de comino negro y 20 ml de aceite vegetal de argán a los que añadiremos unas gotitas de vitamina E.
Esta combinación de aceites vegetales es altamente emoliente y reafirmante. Junto con el AE de romero se convierte además en una combinación con propiedades antioxidantes y antienvejecimiento cutáneo.
EL ROMERO COMO TÓNICO Y ESTIMULANTE
El romero es una planta medicinal típicamente mediterránea muy energizante que te despierta y promueve la concentración y la resistencia física y mental a las situaciones de estrés, por eso se le define como el ginseng del mediterráneo.
Si se tienen dificultades para concentrarse o mala memoria, nos puede resultar útil utilizar aceite esencial de romero por vía olfativa para optimizar su difusión a nivel cerebral. Si disponemos de un difusor o vaporizador es muy fácil añadir unas 10 a 15 gotas al recipiente para su difusión.
JARABE DE ROMERO para combatir las jaquecas, los primeros síntomas de la gripe y la fiebre.
En lugar de combatir los dolores de cabeza y la gripe con pastillas que poseen una larga lista de efectos secundarios (como el paracetamol o el ibuprofeno), es una buena idea recurrir a ingredientes naturales a base de plantas medicinales que ayudan de manera suave. La combinación de romero, jengibre y miel proporcionan alivio a muchas personas. Además, es un placer tomarlos en forma de jarabe tanto en frío como en caliente.
Para extraer los poderes curativos del romero y el jengibre, se prepara una infusión concentrada, que luego se mezcla con miel y limón para hacer un almíbar. Para ello necesitaremos:
Ingredientes:
3-4 ramitas de romero fresco
1 trozo de jengibre de unos 4 cm de largo, del grosor de un pulgar
100 ml de agua
El zumo de un limón
250 g de miel natural
PREPARACIÓN:
Retira las agujas de romero de las ramas y pícalas con un cuchillo.
Después de pelarlo, corta o ralla el jengibre en rodajas muy finas.
Pon el romero, el jengibre y el agua en una cacerola pequeña, lleva a ebullición y deja que repose durante 10 minutos.
Cuela a través de una malla fina y deja que se entibie.
Pon la miel, el zumo de limón y la infusión concentrada en un frasco con tapa de rosca y agítala hasta obtener un jarabe uniforme.
Cierra herméticamente el frasco y consérvalo en la nevera. Este jarabe se conserva sin problemas durante varias semanas debido a su alto contenido de azúcar.
Cómo tomar el jarabe de romero
Diluiremos tres o cuatro cucharadas del jarabe concentrado en un vaso de agua fría, en una infusión (una menta, por ejemplo) o en agua caliente para aliviar el dolor de cabeza y la fiebre. Para conservar los principios activos de la miel y el limón, es aconsejable dejar que el té se enfríe a temperatura de consumo antes de añadir el jarabe. Si es necesario, podemos tomar varias tazas de infusión a lo largo de todo el día.
Además de su efecto mitigador de las cefaleas y la fiebre, este picante jarabe de romero tiene un sabor delicioso, por lo que el bienestar se consigue por un lado por sus ingredientes, y adicionalmente a través del disfrute.
Aunque hasta ahora no se han demostrado efectos secundarios ni con grandes cantidades de romero, se recomienda no tomar más de seis gramos al día. En particular, se aconseja a las mujeres embarazadas que consuman solo pequeñas cantidades de romero.
Los ingredientes activos del jarabe actúan contra diferentes tipos de dolor de cabeza y los primeros síntomas de las infecciones pues:
El romero dilata los vasos sanguíneos y estimula la circulación. De esta forma, elimina rápidamente los dolores de cabeza causados por la presión arterial baja y la mala circulación. Además, también alivia los problemas digestivos. El jengibre también favorece la circulación sanguínea y estimula el metabolismo para que las toxinas se eliminen más rápidamente.
La miel posee propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antiespasmódicas. Principalmente ayuda contra los dolores de cabeza asociados con los resfriados y la fiebre.
El limón contiene vitamina C, que reduce la sensibilidad al dolor y baja la fiebre y depura la sangre eliminando toxinas y virus.
Por estas mismas razones, es posible añadir algunas ramitas de romero a un baño caliente si estamos refriados para ayudar a descongestionarnos y, eventualmente, bajar la fiebre.
También es posible añadir las sales de baño de romero y jengibre que elaboramos en una entrada anterior:
Recordemos también que el romero lo debemos conservar en un recipiente hermético lejos de la luz directa y en un lugar fresco para que conserve sus principios activos. El romero fresco hay que usarlo rápidamente, sin embargo, el seco se conserva muchísimo más.