Todo el mundo conoce la utilización de las resinas aromáticas en quemadores, perfumes e inciensos, pero ¿sabíais que también es posible aprovechar sus propiedades en nuestras preparaciones cosméticas?
Es legendario el uso de la resina de benjuí para aromatizar y preservar muchas preparaciones cosméticas como la famosa leche virginal. Sin embargo, también es posible utilizar con éxito otras resinas como la sangre de drago o el copal y aprovechar así sus propiedades para la piel.
LAS RESINAS
Las resinas son unas sustancias orgánicas aromáticas, líquidas y pegajosas que fluyen de una planta, ya sea espontáneamente (caso de la colofonia o resina de pino) o a través de una incisión que se práctica para obtener la resina de determinadas especies de árboles. Esta sustancia de color amarillo o amarillo-pardo se endurece en contacto con el aire adoptando un aspecto amorfo y brillante. Cuando se quema despide un humo de olor muy aromático. Las resinas son solubles en alcohol, éter, aceite y otros disolventes orgánicos, pero no lo son en agua.
Aprovechando esta facilidad de las resinas para disolverse en aceite, nosotros vamos a mostraros cómo elaborar oleados con las diferentes resinas para así aprovecharnos de sus propiedades en nuestras preparaciones cosméticas.
PROPIEDADES TERAPÉUTICAS DE LAS RESINAS BALSÁMICAS
Existen muchos tipos y variedades de resinas a lo largo del planeta que, desde la antigüedad, han gozado de una gran reputación por sus propiedades terapéuticas.
TIPOS DE RESINAS
Existe una gran variedad de ellas y dependiendo de sus características pueden ser duras, oleorresinas y gomorresinas.
Las resinas duras son quebradizas como el vidrio y brillantes. Entre ellas se encuentra el Ámbar, el Lentisco (o almáciga) y la Sandáraca…
Las oleorresinas son semisólidas, amorfas y pegajosas y contienen aceites esenciales como la Sangre de Drago, el Bálsamo de Copaiba o Copal y la Trementina…
Y por último están las gomorresinas que contienen gomas y entre ellas están la Mirra, el Gálbano, la resina de benjuí, la Asafétida y el Incienso…
Ejemplos de resinas vegetales incluyen el bálsamo de Canadá (Abies Balsamea), la resina de boswellia (o incienso), la resina de copal de árboles de Protium copal e Hymenaea courbaril, la goma damar de árboles de la familia Dipterocarpaceae, la sangre de dragón de los árboles de dragón (especies de Dracaena), el elemí, el gálbano de la Ferula gummosa, el hachís (resina de cannabis) de Cannabis indica, el labdano de las especies mediterráneas de Cistus, lentisco (resina vegetal también llamada almáciga) del árbol de lentisco Pistacia lentiscus, mirra de arbustos de Commiphora, styrax (resina de benjuí de varias especies de Styrax) y Storax, que es otra resina de familia de las styrax …
Como decíamos, de todos es sabido que las resinas naturales aportan aromas naturales que no sólo perfuman el ambiente, sino que además lo desinfectan de manera natural. La resina de boswellia, conocida como incienso, es posiblemente la resina más popular y solicitada. Se ha utilizado tradicionalmente en las iglesias para purificar y perfumar el ambiente.
PREPARACIÓN DE OLEADOS A PARTIR DE RESINAS BALSÁMICAS
Aunque es posible, a partir de las resinas, elaborar tinturas como se hace con la tintura de benjuí y, en este caso, habríamos de utilizar alcohol de perfumería o, mejor aún, etanol a 70 grados. Nosotros vamos a proponeros elaborar oleados dado que son más fáciles de emulsionar y poder incluir en las composiciones cosméticas.
-link: https://naturamatters.com/es/2021/03/05/como-preparar-un-oleato/
CÓMO PREPARAR UN OLEATO A PARTIR DE UNA RESINA
Primero trituraremos concienzudamente la resina en un mortero cerámico.
A continuación, pondremos el aceite al baño maría durante unos 40 minutos a fuego medio constante para que el aceite no se caliente a una temperatura superior a los 70 grados y se pierdan las propiedades del conjunto. Y le añadiremos la resina previamente pulverizada.
Para una cantidad de 200 ml de aceite, podemos utilizar, por ejemplo, entre 15 y 20 gramos de resina en bruto, previamente triturada.
Según las propiedades terapéuticas de las que queramos dotar a nuestra crema utilizaremos unos aceites u otros. Por ejemplo, aceites interesantes en dermocosmética son los siguientes:
En el caso de pieles secas:
Aceite vegetal de almendra dulce: Calmante, suavizante y nutritivo, este aceite vegetal es ideal para las pieles delicadas y secas. Muy suave, es muy agradable de aplicar y deja un aspecto aterciopelado y un tacto suave en la piel.
Aceite vegetal de aguacate: Obtenido de la pulpa del aguacate, este aceite es nutritivo, protector y reestructurante. Reparador y calmante, hace maravillas en las pieles secas o maduras.
Aceite vegetal de germen de trigo: Reparador, rico y regenerador, es un aceite especialmente notable para las pieles secas y deshidratadas. Con una consistencia espesa y muy suave, aporta un tacto aterciopelado a la piel.
Aceite de argán: Ultra-nutritivo, este aceite de belleza es ideal para las pieles maduras, secas o desvitalizadas. Rico en antioxidantes, ayuda a mantener la hidratación de la piel y combate los efectos del tiempo.
En el caso de pieles sensibles y atópicas:
Aceite vegetal chaulmoogra: Este aceite alivia la piel irritada, dañada y escamada. Purificante y poco comedogénico, limpia la piel y normaliza las secreciones sebáceas. Ideal para el cuidado de las pieles escamosas, con tendencia atópica o con imperfecciones.
Aceite vegetal de camelina: Rico en omega-3, el aceite vegetal de camelina es hoy en día un ingrediente noble en la elaboración de productos de cuidado antienvejecimiento o de cuidados calmantes y revitalizantes para las pieles sensibles y propensas a la atopía.
Aceite de cuidado de borraja: Ideal para pieles delicadas o con tendencia atópica, calma y alivia la tirantez. La piel recupera la flexibilidad y el confort.
Aceite vegetal de comino negro o nigella sativa: Purificador, el aceite de comino negro se utiliza en la composición de los productos de cuidado de las pieles con tendencia al acné para prevenir la formación de pequeños granos. Calmante y reparador, es un tratamiento maravilloso para las pieles irritadas.
Los mejores aceites faciales antiarrugas son los de:
Aceite de rosa mosqueta: Excepcional tratamiento antienvejecimiento, este raro aceite de la Patagonia es un auténtico concentrado de beneficios para las pieles secas y maduras. Rico en ácidos grasos esenciales, antioxidantes y carotenoides, nutre, regenera y tonifica la piel.
Aceite de argán: Este aceite de Marruecos, rico en omega-9 y omega-6, protege la piel de las agresiones externas y ayuda a mantener su elasticidad. Gracias a su concentración en antioxidantes como los polifenoles y los tocoferoles, este aceite virgen combate los radicales libres implicados en el envejecimiento de la piel.
Aceite de albaricoque: Aceite iluminador, regenerador y revitalizante, combate los signos del envejecimiento tonificando y suavizando las pieles más secas. Nutre la piel reforzando su película hidrolipídica y protegiéndola así de la deshidratación.
Aceite vegetal de onagra: Activo reestructurante y antienvejecimiento por excelencia, el aceite vegetal de onagra lucha contra los signos del envejecimiento cutáneo y restaura la flexibilidad de la epidermis. También tiene propiedades suavizantes y revitalizantes.
Sin embargo, si tenéis la piel grasa, os conviene utilizar aceite vegetal de jojoba: Calmante y reequilibrante, este aceite regula la secreción de sebo. Nutritivo, penetra sin dejar una película grasa en la superficie.
Las pieles grasas con manchas e imperfecciones debidas al acné se benefician de los aceites de:
Aceite de semilla de uva: Regulador del sebo, es conocido por ser exfoliante y muy penetrante sin dejar una película grasa. Es ideal para las pieles con tendencia a las imperfecciones.
Aceite vegetal de avellana: Equilibrante y suavizante, este aceite tiene un toque penetrante no graso, apreciado para preparar el cuidado de las pieles grasas y con tendencia al acné. Este aceite no comedogénico equilibra la producción de sebo de las pieles grasas y favorece la regeneración de la película hidrolipídica de la piel.
Si las imperfecciones son debidas a rojeces asociada a la cuperosis, los mejores aceites para prevenirlas estas rojeces son los de:
Aceite vegetal de cártamo: Gracias a su contenido en vitamina K, tiene fama de aliviar las pieles con tendencia atópica y propensas a las rojeces. Relipidante, nutritivo y emoliente, ayuda a restaurar la hidratación de la piel y a preservar su elasticidad.
Aceite vegetal de calófilo o tamanú: Rico en potentes principios activos calmantes, este aceite es un ingrediente de elección para el cuidado de las pieles tirantes o con tendencia a las rojeces. También conocido como reconstituyente, favorece la regeneración del tejido cutáneo y aporta flexibilidad y elasticidad a la piel.
SIGUIENDO CON LA ELABORACIÓN DEL OLEATO:
Tercero, filtraremos nuestro oleato con un filtro de café para eliminar los restos de resina.
Una vez filtrado, ya podremos utilizarlo en nuestras preparaciones cosméticas.
Los restos del aceite saturados de la resina triturada no los tiréis pues constituyen un excelente exfoliante casero.
DIFERENTES RESINAS Y SUS PROPIEDADES PARA LA PIEL
Las resinas, como decíamos al principio, es posible utilizarlas como principios activos en nuestras cremas y preparaciones para tratar la piel.
Sin embargo, no es aconsejable utilizar estos principios activos tan potentes durante el embarazo, la lactancia o en niños menores de 6 años. Y por supuesto, al igual que ocurre con algunos aceites esenciales, las resinas, en principio, no se ingieren, aunque tengan una buena tolerancia cutánea.
Las resinas naturales, al contrario que los perfumes sintéticos, no sólo aportan propiedades terapéuticas para tratar la piel a nuestras preparaciones cosméticas sino también su excelente aroma y sus propiedades conservantes naturales.
Empezamos con la resina de sangre de Drago, dado que sus usos son especialmente interesantes en cosmetología.
SANGRE DE DRAGO:
La Sangre de drago (croton lechleri) tiene importantes propiedades medicinales cicatrizantes, desinfectantes y antiinflamatorias. A la hora de utilizarla en nuestras preparaciones cosméticas, destaca su enorme capacidad antioxidante que hace de esta resina un potente tratamiento rejuvenecedor. Se sabe que la sangre de Drago es rica en compuestos de la familia de las proantocinidinas que se mostraron, en la experimentación, 20 veces más potentes que la vitamina C y 50 veces más potentes que la vitamina E.
Esta resina fue utilizada durante milenios por los indios del alto amazonas, quienes extraían la roja savia de este árbol por sus propiedades curativas, como gran reconstituyente de los tejidos por lo que era muy buscado para cicatrizar heridas. La ciencia actual ha podido comprobar que con la aplicación de esta savia la piel se regenera 20 veces más rápido que lo normal.
Y es que esta savia rojiza, que contiene proantocinidinas en altas dosis, no solamente une las fibras del colágeno natural, sino que también inhibe la acción de las enzimas que, al envejecer, tienden a romperlo. Por todo lo cual, esta savia ejerce un efecto muy duradero reduciendo las arrugas que son, en definitiva, la expresión visible del deterioro de los tejidos.
SUS USOS EN COSMETOLOGÍA: Muy interesante de cara a la elaboración de cremas antiarrugas, productos para la piel madura, cremas antioxidantes, lociones para la prevención de estrías y cuidados post-solares…
Si vamos a utilizar la tintura de sangre de Drago, es importante que respetemos una dosificación máxima de un 2-5% del producto pues se trata de un principio activo muy potente.
Sin embargo, si como es nuestro caso, decidís elaborar un oleado con esta resina, podéis reemplazar totalmente la cantidad de aceite de vuestro cosmético por el oleado de sangre de Drago.
RECETA DE CREMA NATURAL ELABORADA CON OLEATO DE SANGRE DE DRAGO
Vamos a elaborar nuestra crema con una fase acuosa para incorporar las resinas porque las cremas con agua no sólo hidratan más y mejor que los ungüentos y bálsamos basados en aceites, sino que además es más fácil incorporarles principios activos como las resinas.
El único inconveniente que tienen las cremas con fase acuosa es la necesidad de incorporarles conservantes, y este obstáculo vamos a salvarlo gracias a las resinas balsámicas naturales combinadas con las sales de bórax.
INGREDIENTES
53,50 g de oleado de sangre de Drago.
33 g de un hidrolato que nos guste o de agua destilada, para evitar la proliferación bacteriana.
13 g de cera de abejas blanca (sólo en caso de que esté blanqueada de manera natural con carbón vegetal, si no es así y está blanqueada con lejías químicas, es mejor que utilicéis la cera de abejas normal)
0,5 g de bórax* (que actúa como emulsionante además de como conservante).
*El bórax es necesario para emulsionar adecuadamente la cera de abejas, de lo contrario no sería posible una buena emulsión O/A y se separarían las fases. Como sabéis, la cera de abejas no se puede utilizar para emulsionar las cremas con fase acuosa. Por lo demás, al bórax, a este nivel tan bajo de concentración, no se le atribuye ningún riesgo de reprotoxicidad como muy bien reconoce la ANSM francesa. https://naturamatters.com/es/2022/05/22/sobre-la-sal-de-borax/
PROCEDIMIENTO:
Derretimos la cera de abejas y el aceite al baño maría. Al mismo tiempo, calentaremos el hidrosol a la misma temperatura y le añadiremos el bórax. Ambas fases deben estar a un máximo de 70 grados.
Cuando la mezcla de cera y aceite esté totalmente fundida, le vamos agregando la mezcla de agua y bórax de a poquito y sin dejar de batir vigorosamente. Ahora podemos poner la mezcla en un recipiente con agua fría (inmersa al baño maría de agua fría) y seguir batiendo hasta que se condense por completo.
Finalmente, verteremos nuestra crema en un envase de vidrio, a ser posible. El único conservante, además de co-emulsionante, que lleva esta preparación con fase acuosa es el bórax, así que utilizar un envase de vidrio alargará su vida útil y conservará nuestra crema en mejor estado. Es importante, también, preparar pequeñas cantidades dado que no utilizamos otros conservantes aparte del bórax.
Siempre es mejor evitar el problema que utilizar conservantes que, por muy naturales que sean, puedan alterar la microbiota de nuestra piel mermando la capacidad regenerante de los principios activos y la biodisponibilidad del producto.
Aprovechad que no tenéis que vender vuestra crema para prepararla lo más natural posible. Notareis la diferencia.
En concreto, esta crema basada en resina de Sangre de Drago es muy regenerante y cuando os la apliquéis notareis un efecto calor importante pues incrementa el metabolismo celular y favorece la formación de colágeno, con lo cual también despigmenta e iguala el tono facial.
Vaya, un tratamiento casero mucho más efectivo que cualquier crema cara que podáis comprar en la Farmacia. La resina de Drago es tan regenerante y curativa que, a veces, he utilizado esta crema cuando me han rozado los zapatos y el problema ha mejorado en cuestión de horas, creedme.
Otra resina con interesantes propiedades cosmetológicas de la que ya hemos hablado en anteriores entradas es la resina de benjuí.
RESINA DE BENJUÍ:
El benjuí es una resina balsámica obtenida de la corteza de varias especies de árboles del género Styrax. Se utiliza en perfumes y algunos tipos de incienso y como saborizante y medicina en forma de tintura* de benjuí. *La tintura de benjuí es una solución de resina de benjuí en etanol que se aplica a la piel debajo de un vendaje adhesivo. Protege la piel de la alergia al adhesivo y hace que el vendaje se adhiera por más tiempo. También lo utilizan los atletas por su reputación de endurecer la piel. Los ortopedistas suelen aplicarlo debajo de un yeso, porque protege la piel y disminuye la picazón.
La tintura de benjuí se puede elaborar fácilmente de manera casera.
Según el Codex de la Farmacopea Francesa de 1835, utilizaremos:
12,5 gramos de resina de Benjuí, previamente triturada en mortero
Y 50 gramos de etanol de 70-80 grados
Diluimos pues los 12’5 gramos de resina previamente pulverizada en los 50 ml de alcohol de 80 grados, más o menos, y cerramos el frasco de vidrio. La preparación debe macerar durante unos 15 días en los que la agitaremos periódicamente. A continuación, filtraremos con un filtro de café, por ejemplo, y reservaremos la mezcla así obtenida.
Si queremos alcohol etanol de 80º tendremos que mezclarlo así (41,5 ml de etanol de 96º + 8,5 ml de agua destilada)
Si queremos etanol de 70º, las proporciones quedarán: (36,3 ml de etanol de 96º + 13,7 ml de agua destilada).
No os aconsejamos que intentéis hacer la mezcla sin rebajar el alcohol porque puede quedar excesivamente gomosa y difícil de filtrar.
A la resina de benjuí se le atribuyen propiedades antisépticas, antifúngicas y cicatrizantes y acción calmante e hidratante. El benjuí actúa como protector cutáneo además de conservante natural, y por tratarse de una resina, cumple una función de fijador de esencias en la elaboración de perfumes naturales.
Sus efectos terapéuticos cutáneos contribuyen a nutrir las pieles muy secas y deshidratadas y calmar y mejorar la textura y apariencia de la piel. Sirve para retirar impurezas y maquillaje, junto con una función de humectante cutáneo. La tintura de Benjuí se puede utilizar junto con una crema de uso diario, por sus excelentes propiedades hidratantes y calmantes, tanto para el rostro como para el cuerpo.
Se recomienda su uso en lociones y cremas ya que así se obtiene una mejor penetración y absorción en la piel consiguiendo toda la acción y todos los beneficios del benjuí.
Por todas estas razones, nosotros hemos decidido proponeros una receta de tónico facial a partir de hidrolato de rosas y resina de benjuí que se conoce desde tiempos inmemoriales con el nombre de leche virginal.
RECETA DE LECHE VIRGINAL CASERA
La leche virginal es un cosmético ancestral. No en vano, se dice que era uno de los secretos de belleza de la Reina Cleopatra. En su elaboración clásica se utiliza hidrolato de rosas y tintura de benjuí, que, al entrar en contacto con el hidrolato de rosas, tiñe el líquido de un bonito color blanco parecido a la leche. El olor de esta resina recuerda mucho a la vainilla y, junto con la rosa, el aroma que desprende la mezcla es deliciosamente cautivador.
La receta es muy sencilla, y aunque han aparecido muchas variaciones en las que la gente añade glicerinas, aceites, etc, hemos preferido conservar la receta original que, además de sencilla de elaborar, funciona muy bien. Como no lleva más conservantes que la tintura de benjuí, os aconsejamos que preparéis pequeñas cantidades que podáis utilizar en el plazo de unos días o que la mantengáis en la nevera en envase pulverizador de vidrio para que se contamine menos.
INGREDIENTES:
50 ml de hidrolato de rosa.
Un máximo de 10 gotitas de tintura de benjuí.
Pensad que normalmente se recomienda una proporción máxima de un 2% de tintura de benjuí por un 98 % de hidrolato de rosas.
Por ejemplo, para 100 ml de leche virginal:
2 ml de tintura de benjuí (que vendrían a ser unas 20 gotitas) y
98 ml de hidrolato de rosas.
Algunas de las virtudes de la leche virginal son las de eliminar el cansancio y el estrés facial, regenerar, hidratar y proteger la piel, sobre todo las sensibles, irritadas, asfixiadas, con rojeces, granos. También tiene la capacidad de refrescar y desinflamar los párpados.
Su efecto blanqueador sobre la piel la ha dotado de gran popularidad. Y es que esta leche, además de suavizar la piel, le confiere un aspecto más uniforme.
USO: Se suele utilizar después de desmaquillarse como tónico facial o antes de aplicar nuestra crema o sérum de uso diario.
RESINA DE INCIENSO
El Incienso, también llamado olíbano, se obtiene de la resina que, al seccionar su tronco, brota de los árboles llamados Boswellia sacra, que crecen en los suelos áridos de Somalia. La destilación de esta resina permite obtener un aceite esencial muy utilizado en perfumería.
El aceite de incienso promueve la regeneración celular y mantiene sanos los tejidos y las células. Es útil para la salud de la piel y puede ayudar a tratar la piel seca, invertir los signos de envejecimiento y reducir la apariencia de las estrías.
El incienso o resina de boswellia, como sabemos, se utiliza también como uno de los principales aceites esenciales para cremas antiarrugas debido a su poderoso efecto tonificante, el cual ayuda a mantener la piel elástica y firme y a prevenir los signos de la edad.
De su aceite esencial, extraído de la resina de incienso, se desprenden las siguientes propiedades: antiinflamatorio, dermoprotector, antiséptico, astringente, hidratante, promueve la regeneración de tejidos, encías y cabellos además de contribuir a detener el sangrado de las heridas.
Para esta receta que a continuación os proponemos vamos a utilizar aceite esencial de incienso, extraído de la resina de incienso. Los aceites esenciales se pueden destilar con un alambique de manera casera, aunque la mayoría de nosotros solemos comprarlos.
RECETA DE LÁPIZ LABIAL CASERO
Las ventajas de elaborar nuestros propios lápices labiales no se reducen al hecho de poder escoger su color de manera personalizada, sino que además nos evitamos una gran cantidad de ingredientes químicos, algunos de ellos tóxicos, como el plomo de los pigmentos que contienen los labiales comerciales, y que son los responsables de resecar la piel de nuestros labios.
INGREDIENTES:
La dosificación de los ingredientes para un solo labial será:
Aceite de almendras 4’8 gramos,
Cera de abejas 1’8 gramos,
Una cápsula de vitamina E
1 gota de AE de geranio egipcio
1 gota de AE de incienso
Una cucharada DASH (unos 0,15 grs) de pigmento mineral de mica del tono que hayamos escogido para darle color a nuestro labial.
Normalmente, este labial se puede preparar sin el pigmento, solo con el aceite de almendras, la cera, y los aceites esenciales y nos resultará perfectamente hidratante.
*El pigmento será necesario conseguirlo online en tiendas especialmente dedicadas a los maquillajes y la cosmética natural casera.
PROCEDIMIENTO: Empezaremos disolviendo el pigmento en el aceite, si así lo hemos decidido, y removiendo muy bien para que el pigmento se agregue al aceite. Luego, derretiremos la cera y le incorporaremos la mezcla del aceite con el pigmento. En el caso de que no vayamos a utilizar pigmento, este paso previo, lógicamente, no será necesario.
A continuación, y antes de que se enfríe en exceso, añadiremos los ingredientes termolábiles como la vitamina E y los aceites esenciales, y, finalmente, incorporaremos la mezcla al molde para labiales. Pasada media hora, más o menos, verificaremos que nuestra mezcla esté bien dura para sacarla e introducirla, ahora, en nuestro envase vacío de stick labial.
RESINA DE COPAL o COPAIBA:
Es una resina que se extrae por exudación de las plantas de Copal. Su origen es americano y fue muy utilizada como incienso por los mejicanos de la antigüedad durante las ceremonias que se celebraban en los templos. Es del color del Ámbar, pero carece de olor por lo que es muy recomendable para utilizarla mezclada con esencias y aceites aromáticos.
En la Amazonia la resina de copaiba todavía es utilizada en la actualidad por las tribus indígenas como sanadora de heridas, para detener el sangrado, para las llagas en la piel y la psoriasis, y para tratar la gonorrea. Los curanderos en el Amazonas usan hoy la resina de copaiba para todo tipo de dolor, para trastornos de la piel y picaduras de insectos, y para calmar la inflamación.
Se cita que la copaiba tiene actividades diuréticas, antibacterianas, antiinflamatorias, expectorantes, desinfectantes y estimulantes.
La resina de copaiba se registró por primera vez en la medicina europea en 1625 (traída del Nuevo Mundo por los jesuitas y llamada «bálsamo de los Jesuitas»), y se ha utilizado allí en el tratamiento de cistitis crónica, bronquitis, diarrea crónica y como reparación tópica para hemorroides.
Usos no medicinales: El bálsamo y su aceite se utilizan comercialmente como fijadores en perfumes y en fragancias para jabón.
Usos medicinales modernos: Usada con prudencia y en pequeñas cantidades, es un maravilloso remedio natural para úlceras estomacales, inflamación de todo tipo, irritación de la vejiga, bronquitis, sabañones, estreñimiento, cistitis, diarrea, mucosidad excesiva (vejiga, vagina, tracto respiratorio), edema, gonorrea, hemorroides, gases intestinales, picazón, enfermedades venéreas y como antiséptico, antimicrobiano y diurético. Es por ello que, aplicada tópicamente, también combate los hongos de las uñas eficazmente.
En cosmética natural: Es fácil deducir por sus propiedades cicatrizantes, antisépticas y antiinflamatorias que podría usarse como principio activo (en pequeñas dosis) para prevenir y tratar problemas cutáneos que cursan con inflamación como la psoriasis y la dermatitis. En este caso, se aplica directamente sobre la piel para tratar problemas de la piel y heridas (normalmente se usa una preparación de 1 parte de resina de copaiba infusionada en 5 partes de aceite de semilla de uva o en 5 partes de glicerina vegetal.
RECETA DE BÁLSAMO PARA PIELES AFECTADAS DE DERMATITIS
Como veníamos diciendo, la resina de copal está especialmente indicada en el tratamiento de problemas cutáneos. Nosotros vamos a utilizarla en forma de oleato para elaborar un sérum con el que poder aplicarla directamente sobre la piel.
INGREDIENTES:
Basándonos en la lista anterior de aceites vegetales recomendados para tratar diferentes tipos de pieles, escogeremos uno de ellos según nuestro tipo de piel.
Por ejemplo, nosotros hemos escogido el aceite de albaricoque para infusionar nuestra resina de copaiba por su aporte de ácidos grasos omega 6 y omega 9 que mejoran la apariencia de la piel hidratándola y nutriéndola desde dentro. Además, este aceite es ideal ahora que llega el verano porque tiene un alto contenido en carotenoides que refuerzan la barrera protectora de la piel evitando el envejecimiento causado por los radicales libres, es decir los efectos de la radiación solar y la contaminación. También destacan sus propiedades antiinflamatorias y calmantes para cualquier escozor o enrojecimiento.
Previamente, como sabemos, pulverizaremos la resina en un mortero o molinillo de café.
Por ejemplo, utilizaremos unos 10 gramos de resina por 50 ml de aceite.
A continuación, es muy importante que infusionemos la resina en frío, es decir, dejándola macerar unos días en el aceite; o que, si lo hacemos en caliente, la temperatura no exceda nunca de los 70 grados para que no se deterioren las cualidades excepcionales de este aceite de albaricoque.
-link: https://naturamatters.com/es/2021/03/05/como-preparar-un-oleato/
Y, por último, filtraremos nuestro aceite en un filtro de café y lo introduciremos en un frasco de vidrio con cuentagotas para que lo podamos dosificar fácilmente y utilizar en forma de sérum.
OTRAS RESINAS CON NO MENOS PROPIEDADES COSMETOLÓGICAS Y AROMÁTICAS
A continuación, ampliamos la lista de resinas balsámicas con algunas resinas no menos importantes de cara a sus usos cosméticos, aunque tal vez menos frecuentes de hallar.
RESINA DE ELEMÍ: La resina de elemí del árbol Canarium luzonicum es una sustancia de color amarillo pálido, de consistencia similar a la miel y con un fuerte aroma a pino y limón. Uno de los componentes de la resina se llama amyrin. La resina de Elemí se utiliza como medicina para tratar la bronquitis, el catarro, la tos extrema, la piel madura, las cicatrices, el estrés y las heridas.
“El nombre Elemí se deriva de una frase árabe que significa ‘arriba y abajo’, una abreviatura de ‘Como es arriba, es abajo’ y esto nos dice algo sobre su acción en los planos emocional y espiritual”.
ALMÁCIGA: Es la resina aromática que se obtiene de las ramas del arbusto del “Lentisco” que crece en toda la región mediterránea. Representa a la pureza por su aspecto en granos blancos y transparentes. Los griegos utilizan esta resina para conservar el vino por sus enormes cualidades frente a hongos y fermentaciones.
RESINA DE MIRRA: Es una gomorresina aromática compuesta por goma, resina y el aceite esencial (mirrol), que es quien aporta el aroma característico. En la antigüedad se utilizó mucho para la elaboración de Inciensos, perfumes y ungüentos. Fue uno de los regalos que los tres Reyes Magos de Oriente ofrecieron a Jesús cuando nació, según relata la Biblia.
En farmacología, la mirra se usa como antiséptico en enjuagues bucales, gárgaras y pastas dentales pues refuerza y regenera las encías. También se usa en algunos linimentos y ungüentos curativos que se pueden aplicar a las abrasiones y otras dolencias menores de la piel. La mirra se ha utilizado como analgésico para los dolores de muelas y se puede utilizar en linimentos para magulladuras, dolores y esguinces.
Sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias y desinfectantes han hecho que sea utilizada con éxito en los tratamientos para la psoriasis. La medicina ayurvédica atribuye a la resina de mirra propiedades tónicas y rejuvenecedoras.
GÁLBANO: Gálbano – Resina muy aromática de color gris amarillento. Procede de una planta de la familia de las Umbelíferas. Goza de un aroma muy fuerte y penetrante. Las plantas productoras de gálbano crecen abundantemente en las laderas de las cadenas montañosas del norte de Irán.
En la Biblia se hacía referencia al gálbano como la “resina madre” sagrada. El gálbano también era muy apreciado como sustancia sagrada por los antiguos egipcios. Se cree que el incienso “verde” de la antigüedad egipcia era el gálbano. La resina de gálbano tiene un olor verde muy intenso acompañado de un olor a trementina.
En la actualidad, se extrae un absoluto de gálbano con disolvente de la oleorresina de la planta. Es un líquido viscoso marrón que actúa como nota base en las composiciones de perfumes, una de las pocas notas base verdes de origen natural. Debido a que es a la vez verde y dulce, encuentra un papel más específico para crear un efecto especial en las composiciones tipo Chypre green, floral green, Chypre coniferous, Woody Fougères y Aquatic Fougères.
LÁBDANO: El lábdano, también llamado labdanum, es una resina pegajosa de color marrón que se obtiene de los arbustos Cistus ladanifer (Mediterráneo occidental) y Cistus creticus (Mediterráneo oriental), especies de jaras. Históricamente se utilizó en fitoterapia y hoy en día todavía se utiliza en la elaboración de algunos perfumes y vermuts.
El lábdano se producía a orillas del Mediterráneo en la antigüedad. La resina se usaba como ingrediente para el incienso y con fines medicinales para tratar resfriados, tos, problemas menstruales y reumatismo. El Libro del Génesis contiene dos menciones de ládano llevado a Egipto desde Canaán. El lábdano se produce hoy principalmente para la industria del perfume. La resina cruda generalmente se extrae hirviendo las hojas y ramitas. El lábdano es muy apreciado en perfumería por su parecido con el ámbar gris, cuyo uso ha sido prohibido en muchos países porque se origina en el cachalote, que es una especie en peligro de extinción. El lábdano es el ingrediente principal que se utiliza para hacer el aroma de ámbar en perfumería.
LA RESINA DE COLOFONIA: La colofonia es una forma sólida de resina obtenida de pinos y algunas otras plantas, en su mayoría coníferas. Es quebradiza y con un ligero olor a pino.
Es muy inflamable, arde con una llama humeante, por lo que se debe tener cuidado al derretirla. Es soluble en alcohol, éter, benceno y cloroformo y se combina con álcalis cáusticos para formar sales (rosinatos o pinatos) que se conocen como jabones de colofonia. En productos farmacéuticos, la colofonia forma un ingrediente en varios emplastos y ungüentos. La trementina es un líquido obtenido por la destilación de esta resina recolectada de árboles vivos, principalmente pinos.
La trementina obtenida de esta resina se ha utilizado de forma tópica en abrasiones y heridas, y como tratamiento para los piojos. Mezclada con grasas se utilizó como un masaje en el pecho o como inhalador para dolencias nasales y de garganta. Los masajes para el pecho Vicks aún contienen trementina en sus formulaciones, aunque no como ingrediente activo pues en la actualidad se ha visto que su absorción no está exenta de una ligera toxicidad.
RESINA DE ESTORAQUE: La resina de estoraque americano (Liquidambar styraciflua) se mastica como chicle para refrescar el aliento y limpiar los dientes. Plinio (Historia Naturalis 12.98, 15.26; 24.24) señala el uso del estoraque como perfume. Dioscórides (De materia medica 1.79) informa su uso como incienso, similar al olíbano, que tiene propiedades expectorantes y calmantes
LA RUDA: La Ruda es una planta muy aromática que desprende un olor muy particular. Originaria de los países mediterráneos orientales y de Asia Menor. Se utiliza como incienso, pero en realidad es su esencia, extraída de sus hojas, la que, al mezclarla con otro tipo de resinas sin olor, como la goma arábiga o el tragacanto, proporciona ese perfume tan característico.