COSMÉTICA CASERA INTELIGENTE: O cómo evitar los agentes conservantes en nuestras preparaciones caseras.

COSMÉTICA CASERA INTELIGENTE:  O cómo evitar los agentes conservantes en nuestras preparaciones caseras.

 

La literatura actual sobre “Slow Cosmetics” y las nuevas tendencias cosméticas y de higiene pretenden preservar el funcionamiento adecuado de la barrera natural de nuestra piel evitando el uso de jabones y cosméticos agresivos. https://www.mdpi.com/1420-3049/26/5/1249/htm

En nuestras preparaciones cosméticas caseras, el ingrediente que puede resultar más agresivo y que más necesitamos vigilar son los conservantes.

 

 

 

Me parece algo triste observar cómo cuando los mejores laboratorios cosméticos actuales (Welleda, Colgate Palmolive (línea Sanex) se afanan por mejorar la composición de sus jabones y productos cosméticos para hacerlos menos agresivos y respetuosos de la flora bacteriana natural de nuestra piel; sin embargo, los bloguistas y los autores de cosmética natural casera siguen diseñando recetas de cremas y demás productos cosméticos caseros a los que añaden alegremente un gramo de conservantes sintéticos tipo Cosgard, Geogard, Rokonsal…

Y algunas me diréis que elaboráis estáis recetas y que no notáis nada agresivo. Mi pregunta es: ¿Notáis la piel más acartonada después de algunos días de uso, os han salido rojeces cutáneas, tenéis la piel más sensible al sol y a la aparición de manchas solares? Todos estos fenómenos son efectos secundarios producidos por la utilización de conservantes agresivos o en cantidad excesiva en vuestras cremas y productos de uso diario, pues los conservantes sintéticos deterioran la capa protectora natural de nuestra piel y alteran su funcionamiento. Es por esta razón que los jabones actuales se esfuerzan en utilizar detergentes menos agresivos añadiendo además ingredientes probióticos y protectores de la barrera natural cutánea. Y las cremas actuales buenas, de las que son toleradas por todo tipo de pieles, como las de Welleda, no llevan tan siquiera conservantes sintéticos, tan sólo algunos derivados de aceites esenciales naturales.

 

 

Weleda es una compañía suizo-alemana fundada en el año 1921. Con 90 años de trayectoria, la empresa se dedica a la elaboración de preparados magistrales con orientación antroposófica y cosmética natural. Comparad, por ejemplo, la composición de la crema Skin Food de Welleda con alguna de las cremas convencionales que encontrareis en el mercado.

INGREDIENTES DE LA CREMA SKIN FOOD de WELLEDA

INCI: Water (Aqua),  Helianthus Annuus (Sunflower) Seed Oil,  Lanolin,  Prunus Amygdalus Dulcis (Sweet Almond) Oil,  Beeswax (Cera Alba),  Alcohol,  Polyglyceryl-3 Polyricinoleate (emulsionante de origen vegetal),  Glycerin,   Limonene* , Viola Tricolor Extract,  Hydrolyzed Beeswax,  Sorbitan Olivate (lípidos derivados del aceite de oliva),   Rosmarinus Officinalis (Rosemary) Leaf Extract , Chamomilla Recutita (Matricaria) Flower Extract , Calendula Officinalis Flower Extract,  Arginine,  Zinc Sulfate,  Fragrance (Parfum*) Linalool* Geraniol * Citral* Coumarin*  *From natural essential oils.

 

 

LA FILOSOFÍA WELLEDA ES TAMBIÉN LA FILOSOFíA DE ESTE BLOG

Hemos querido incluir aquí algunas líneas acerca de la filosofía de esta marca porque consideramos que esta misma filosofía es totalmente aplicable a la cosmética natural casera que enfatizamos desde este nuestro blog.

Los parabenos, esteres del ácido hidroxibenzoico, son unos de los conservantes más frecuentes en la cosmética convencional debido a su bajo precio. Aparecen en el etiquetado INCI bajo nombres como ethylparaben, propylparaben, isopropylparaben, butilparaben.

Si bien son de origen natural, se producen en forma sintética y se usan fundamentalmente para retardar el vencimiento de los elementos naturales. En los últimos años ha habido un incremento de los casos de alergias dérmicas, rosáceas, entre otros, por el uso de parabenos en alimentos y cosméticos (…) Otros de los conservantes sintéticos más utilizados son el ácido benzoico, que aparece como benzoic acid, o el alcohol bencílico recogido como benzyl alcohol”. Source: welleda

Preservar un cosmético naturalmente es una tarea muy complicada, casi un arte, que requiere gran experiencia y conocimiento de los principios de la cosmética natural. El proceso comienza con las materias primas, a las que se realizan rigurosos controles de calidad.

Hay que tener un profundo conocimiento de las materias primas naturales, sus propiedades, su carácter y cómo combinarlas para conseguir una fórmula natural, estable, segura, eficaz y duradera sin recurrir a aditivos sintéticos.

Aprovechando, además, elementos como el tipo de envase, el alcohol de origen natural o los aceites esenciales para contribuir a preservar el producto. (…) Source: Welleda

El alcohol más utilizado, que viene de una larga tradición en la homeopatía y la medicina antroposófica, es el etanol, que es un alcohol totalmente natural y se obtiene mediante la fermentación de azúcares de granos de distintas plantas. Se incluye en algunas fórmulas en concentraciones muy bajas, hace la textura más ligera y al ser volátil no penetra en la piel.

Los aceites esenciales, además de servir como aroma y de tener múltiples beneficios físicos y emocionales, como la estimulación de la microcirculación, tienen un efecto fungicida y bactericida. Se incluyen en concentraciones muy bajas entre 0.5 y 2%.

Es posible disfrutar de cosméticos eficaces, seguros y 100% naturales sin poner en riesgo nuestra salud introduciendo químicos innecesarios”. Source: Welleda

 

Así pues, con estas ideas en mente, hemos pretendido redactar este artículo sobre la optimización de nuestras formulaciones cosméticas para hacerlas inteligentes como la cosmética que diseña Welleda y evitar así el uso de conservantes y aditivos químicos innecesarios. Por ello es que hemos pensado dedicar este artículo a los “ingredientes cosméticos inteligentes” en nuestras preparaciones caseras.

 

Y es que el mejor conservante natural que se puede utilizar en cosmética natural casera es, por supuesto, no utilizar conservante alguno.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5583239/

Para lograrlo, como siempre decimos, existen varias estrategias:

1.-Elaborar una muy pequeña cantidad de producto que vayamos a consumir en unos días y, en este caso, no necesitaremos añadirle nada a nuestra formulación casera.

2.-Conservar nuestro producto casero fresco y resguardado de la luz solar y los cambios de temperatura, por ejemplo, en la nevera, y envasarlo utilizando envases de vidrio oscuro.

3.-Diseñar una formulación que se mantenga bien durante unas semanas sin necesidad de añadirle ningún conservante. Como todos sabemos, si nuestra formulación no contiene agua, esto es muy fácil de conseguir, pero, el problema surge cuando queremos formular una crema o una loción corporal con fase acuosa que son más hidratantes, sin duda.

Entonces, es necesario diseñar bien nuestra formulación si queremos prescindir de los conservantes.

Y para lograr esto es posible, por ejemplo, utilizar en nuestras elaboraciones aceites alterados para alargar su enranciamiento como el aceite de coco fraccionado, derivado del aceite de coco natural, o el escualeno, derivado de los ácidos grasos del aceite de oliva.

Y, mejor aún, es posible utilizar aceites parcialmente ozonizados que conservan todas las propiedades del aceite vegetal pero no se enrancian ni se contaminan preservando así nuestra formulación.

Los aceites macerados en resinas balsámicas también tienen una mayor capacidad de conservación.

Y, por supuesto, dado que el problema de contaminación de nuestras cremas proviene de las bacterias y mohos del agua en los productos que contienen fase acuosa, podemos tratar el agua que vayamos a utilizar.

Podemos empezar, por ejemplo, por utilizar hidrolatos a los que podemos añadir unas gotitas del mismo aceite esencial para potenciar su capacidad preservadora o, incluso, alcohol (etanol preferiblemente, incluso vodka que tiene un alto contenido de alcohol natural y también se utiliza para elaborar tinturas caseras) como en la crema de Welleda, que no se absorbe en la piel, pero evita que nuestra crema se deteriore.

Por supuesto, si no disponemos de hidrolatos, habremos de utilizar agua destilada. Y, ¿por qué no?: agua tratada; por ejemplo, con ozono, al igual que hacemos con los aceites. Podemos, en lugar de utilizar aceites ozonizados, utilizar agua ozonizada en nuestras preparaciones para evitar los hongos y bacterias y, sobre todo, para evitar la necesidad de utilizar conservantes sintéticos.

Y, en cualquier caso, a la hora de diseñar nuestros productos, podemos considerar la idea de elaborar un cosmético sólido dado que la cosmética sólida, por definición, contiene poca o ninguna agua. De cosmética sólida hablaremos en una entrada posterior.

 

EL AGUA OZONIZADA Y LA SALUD

Números estudios han constatado que beber agua ozonizada proporciona beneficios para la salud y tiene efectos positivos sobre el aparato circulatorio, el sistema nervioso, la piel …

El lavado de frutas, verduras, pescados y otros alimentos perecederos con agua ozonizada garantiza una total desinfección de éstos. El mismo efecto desinfectante y esterilizante del ozono es aplicable a recipientes, biberones, tetinas, frascos, lentillas …  Basta con sumergirlos en agua purificada con ozono durante 5 minutos.

 

 

El agua tratada con ozono tiene además un efecto beneficioso sobre la mucosa gástrica que resulta favorable como factor coadyuvante en el tratamiento de gastritis, úlceras gastroduodenales y algunas parasitosis.

En general, la ozonoterapia considera el uso de agua con ozono muy beneficioso para: el aparato circulatorio, el sistema nervioso (depresión, estrés, insomnio, agotamiento), obesidad y celulitis, alergias, eczemas y otras afecciones cutáneas, anemias, problemas hepáticos, reuma, artritis y gota.

La ozonoterapia médica elimina los radicales libres que producen un envejecimiento prematuro. El doctor Pérez de León, reconocido médico del Instituto Biológico de la Salud incluye dentro de sus métodos terapéuticos la ozonoterapia, manifestando que aumenta la inmunidad un 25-30% y que “es beneficiosa para cualquier enfermedad”. Una prueba de ello es que hoy en día está siendo utilizado como parte del tratamiento para enfermos afectados por SIDA.

Ya veis que vuestra maquinita de ozonizar aceites y agua puede serviros incluso para aumentar vuestras defensas y evitar los contagios por coronavirus. ¿Quién lo iba a decir?

Por otra parte, si utilizáis el agua ozonizada en la elaboración de jabones y detergentes caseros conseguiréis mejores resultados blanqueantes que con la lejía pues el ozono potencia la acción de los detergentes neutralizando la acción de otros contaminantes químicos como la lejía y el cloro y preservando así el medioambiente.

La industria cosmética y de la higiene nos tiene acostumbrados a la compra de conservantes sintéticos e higienizantes sintéticos basados en el cloro que hoy en día, con la tecnología de la que disponemos, ni siquiera son necesarios y, además, contaminan. Eso sí, mantienen la rueda del sistema capitalista-consumista en funcionamiento.

 

RECETAS QUE NO NECESITAN DE CONSERVANTES PARA CONSERVARSE

A continuación, os presentamos ejemplos de formulaciones caseras que pueden aguantarnos varios meses sin necesidad de utilizar conservantes.

BB-CREAM Facial

En la línea de la que estábamos hablando sobre cómo formular cosmética casera inteligente sin necesidad de utilizar conservantes o utilizando los mínimos.

Por ejemplo, es posible formular una BB-Cream Facial sin necesidad de utilizar fase acuosa.

Con lo cual, no es necesario añadirle conservantes. Tan sólo hemos tenido la precaución de usar aceite de coco fraccionado, que tiene una estabilidad mayor que el aceite natural, y nos durará unos 6 meses en perfecto estado. Además, esta BB-cream incluye un factor alto de protección solar debido a los 20 gramos de óxido de zinc con los que hemos preparado la recta. Con lo que se convierte en una crema de día ideal.

Ingredientes para 100 g de producto:

0,8 g de pigmento ocre rosa (o una mezcla de óxido de hierro rojo y amarillo)

20 g de óxido de zinc previamente micronizado en el mortero cerámico para evitar grumos

63 g de aceite de coco fraccionado

8 g de microesferas de sílice

8 g de cera de abejas

 

 

PROCEDIMIENTO:

En un recipiente resistente al calor introducimos el óxido de hierro rojo y el óxido de hierro amarillo. A continuación, agregamos el óxido de zinc.

Añadimos a la mezcla el aceite de coco fraccionado, removemos y batimos. Agregamos las microesferas de sílice, removemos y por último añadimos la cera de abejas.

Ponemos la mezcla al baño maría para que se funda la cera, cuando esté fundida, removemos bien y envasamos.

En esta primera elaboración cosmética no hemos utilizado fase acuosa, con lo cual es bastante más fácil que podamos prescindir de los conservantes, pero, en este segundo caso, os presentamos una formulación de loción corporal que sí contiene mucha agua.

 

FORMULACIÓN DE LECHE CORPORAL PROTECTORA DE LA BARRERA CORPORAL LIPÍDICA

Esta leche corporal se mantiene durante semanas sin necesidad de añadir ningún tipo de conservantes gracias a la combinación de la lanolina y la cera de abejas. Sin duda, os la terminareis antes de que pueda deteriorarse. Pero, si prevéis que la vais a utilizar durante meses, es mejor que le añadáis unas gotitas de GSE a vuestra agua destilada o que utilicéis agua ozonizada en su lugar. Sin duda, también es posible utilizar un aceite de almendras suavemente ozonizado.

Ingredientes para unos 250 ml de leche corporal:

10 grs lanolina

12 grs cera de abejas

10 gramos de cera emulsionante del nº 3 (INCI: Glyceryl Stearate Citrate)

120 grs de agua destilada/ozonizada con unas gotitas de GSE

80 grs de aceite de almendras

 

 

 

PROCEDIMIENTO:

Calentaremos la cera de abejas al baño maría hasta que se derrita y le añadiremos la lanolina.

Aparte, en otro recipiente al baño maría, calentaremos la cera emulsionante del nº3 y cuando se derrita le añadiremos el aceite de almendras y el agua ozonizada hasta que alcancen unos 70 grados de temperatura.

Ahora incorporaremos el aceite + el agua ozonizada a la mezcla de lanolina y cera de abejas sin dejar de batir hasta que la mezcla se integre y la emulsión se estabilice. Debe quedaros una emulsión ligera como unas natillas finas.

Si queda demasiado ligera tras batirla no os preocupéis porque cuando se enfría del todo se espesa mucho más. Si le añadís más cera la haréis demasiado espesa y no podréis utilizarla después de manera fluida.

Ésta, es una leche corporal muy interesante porque la combinación de la lanolina con la cera de abejas genera una especie de película sobre la piel que refuerza su barrea lipídica protegiendo así nuestra piel de la deshidratación. Lo notareis enseguida si os decidís a elaborarla.

 

EMULSIONANTE CASERO DE LECITINA DE SOJA con base de aceite ozonizado

Es conveniente que, previamente, pulvericemos con un mortero cerámico la lecitina de soja que hayamos adquirido que, normalmente, suele venir en forma de granulado.

Esto lo digo porque triturar bien los gránulos ayuda mucho después con el proceso de incorporar la soja al aceite de girasol.

Ingredientes:

Un 40% de aceite de girasol de presión en frío (lo siento, pero no sirve el de los supermercados) o de almendras dulces, en nuestro caso, aceite ozonizado de girasol.

Un 60% de lecitina de soja no transgénica, normalmente granulada.

PROCEDIMIENTO:

La lecitina de soja ya pulverizada la agregaremos a un recipiente de vidrio resistente al calor, pues habremos de llevar este recipiente al baño maría.

A continuación, le agregaremos el aceite de girasol ya pesado y lo llevaremos al baño maría durante unos 15 minutos.

Transcurrido este tiempo, es posible que los gránulos aún no se hayan disuelto por completo. Hay gente que les pasa la batidora, pero si os parece un proceso demasiado engorroso y sucio, lo que nosotros hacemos es, simplemente, seguir removiendo unos minutos más hasta que queden completamente disueltos.

Finalmente verteremos el preparado en un frasco de vidrio con tapa y lo dejaremos reposar por espacio de 3 horas. Transcurridas las cuales nuestra lecitina estará lista.

 

 

Éste es un emulsionante que se puede utilizar para emulsiones en frío o en caliente. Eso sí, se recomienda utilizar otro agente que pueda dar consistencia a la emulsión (co-emulsionante) por ejemplo, la cera de abejas que, aunque no es un emulsionante en sí, ayuda a que la emulsión sea más estable. También es posible utilizar alcohol cetílico o alguna goma espesante como la xantana en la fase acuosa.

 

La ventaja de este emulsionante de lecitina de soja es que, además de ser un coadyuvante de la emulsión, proporciona un tacto suave y un mayor nivel de hidratación y de protección antiarrugas a nuestras cremas debido a los fitoestrógenos que contiene la lecitina de soja. Y, la mayor ventaja de prepararlo con aceite ozonizado es, sin duda, que no se enrancia como suele ocurrir con la lecitina de soja casera elaborada con aceite de girasol convencional.

 

SPRAY-PULVERIZADOR ANTIMOSQUITOS

Ingredientes:

50 ml de agua de mar reconstituida a partir de sal del mar muerto, o sal celta, o cualquier otra sal con propiedades. Pues, como sabéis, la sal es otro gran conservante natural. Sin embargo, podéis sustituir esta receta por agua ozonizada, por supuesto.

6 gotas de AE de Citronella de Java

6 gotas de AE de Eucalipto citriodora

5 gotas de AE de Geranio de Egipto

5 gotas de AE de Siempreviva o Helicriso o Immortelle de Corsica

1 gr. de glicerina vegetal

 

INSTRUCCIONES

Previamente, reconstituiremos el agua de mar añadiendo una cucharadita de sal a los 50 ml de un agua mineral de la que dispongamos en casa.

Ahora, calcularemos un gramo de glicerina* que nos servirá como base para disolver los aceites esenciales y combinarlos.

Así pues, a este gramo de glicerina le agregaremos los AE y removeremos.

Por último, le añadiremos la mezcla de glicerina con los aceites esenciales al agua de mar y la envasaremos en un envase pulverizador, a ser posible de vidrio oscuro, para que se mantenga durante más tiempo en condiciones. Aunque, cómo seguramente habréis deducido de nuestra formulación inteligente, esta combinación de agua con sal y aceites esenciales no necesita, prácticamente, de ningún añadido para mantenerse estable indefinidamente.

*Si no utilizáramos la glicerina, tendríamos que utilizar un solubilizante natural que emulsionara los aceites esenciales con el agua de mar para evitar tener que agitar nuestro envase cada vez que fuésemos a usarlo.

 

 

CONSEJOS:

Evitad añadid más cantidad de AE de lo indicado porque, aunque penséis que así vuestro spray pulverizador será más efectivo contra los mosquitos y demás bestias voladoras, esto no es totalmente así y, además, podéis provocar un problema de reactividad en la piel de niños o personas sensibles.

Aunque los ingredientes utilizados son totalmente naturales, como siempre decimos, que sean naturales no significa que no produzcan efecto. Este aerosol contiene aceites esenciales, que son poderosas armas terapéuticas que conviene utilizar con prudencia y respeto.

En este caso, evitaremos utilizar dosis más altas de las aconsejadas para los 50 ml de producto y, evitaremos, a su vez, el contacto directo de los AE con la piel. Es por ello por lo que los hemos diluido en la glicerina y en el agua que contiene nuestro envase pulverizador.

 

LAS ALTERNATIVAS NATURALES DE CONSERVACIÓN QUE CONOCEMOS

Como hemos venido hablando, los aceites ozonizados, las aguas e hidrolatos ozonizados, la sal de mar añadida a nuestras aguas, los oleatos basados en resinas balsámicas, los aceites esenciales añadidos a nuestras composiciones, las tinturas como la tintura de benjuí o la de propóleo; todas estas opciones constituyen auténticas estrategias naturales de conservación de nuestros productos cosméticos caseros siempre que las incluyamos en nuestras formulaciones.

En el caso de que nos sea imprescindible utilizar en nuestra preparación algún tipo de conservante, como es tal vez el caso de la conservación del gel de aloe vera natural o de algunas cremas y lociones con fase acuosa, podemos fijarnos en la industria cosmética natural y en la industria alimentaria de productos biológicos para encontrar los conservantes menos agresivos con nuestra piel pero que cumplan su labor con eficacia.

https://fbcindustries.com/what-are-the-most-common-food-additives-and-preservatives/

Los conservantes naturales como el sorbato de potasio, en principio, no son dañinos para el cuerpo. El sorbato de potasio (E202) consiste en la sal de potasio del ácido sórbico y se utiliza como conservante tanto en la industria cosmética como en la alimentaria. Se considera seguro porque se convierte en agua y CO2 en el cuerpo humano. Protege los productos cosméticos contra levaduras y mohos y es muy respetuoso con la piel. La dosis de este conservante sería de entre 1,5% al 2%.

https://www.feelinggoods.nl/weet-jij-wat-je-smeert/

Preferimos utilizar conservantes suaves como el sorbato de potasio combinado con etanol o los conservantes de origen natural que además contienen probióticos, como el Leucidal, así como los que se utilizan en naturopatía para combatir infecciones, como el extracto de semillas de pomelo y la tintura de própolis, que también se utiliza para desinfectar heridas y como coadyuvante en procesos infecciosos.

Utilizar el sorbato de potasio como conservante en dermocosmética es una opción, sin duda, aunque como suele ocurrir con las opciones más suaves y biodegradables, no es una opción muy efectiva.

“El sorbato de potasio inhibe el crecimiento de levaduras y mohos, pero solo tiene una eficacia moderada contra las bacterias. Por lo tanto, es útil usar sorbato de potasio en combinación con alcohol natural (etanol) para una amplia gama de aplicaciones. El sorbato de potasio es uno de los pocos conservantes aceptados por la BDIH. El valor de pH óptimo del producto final no debe exceder de 5 para un correcto funcionamiento. Hasta un valor de pH de 7, la operación también es segura. Se puede usar ácido láctico para lograr el nivel de pH correcto. El sorbato de potasio es además soluble en agua”.

 

 

 

CONSERVANTES DE NUEVA GENERACIÓN MÁS ECOLÓGICOS

El estudio que a continuación detallamos hace un análisis de los conservantes utilizados en dermocosmética convencional y, también, en la dermocosmética de herbolario. Lamentablemente, en lo que a conservantes respecta, no hay gran diferencia.

https://www.actasdermo.org/es-conservantes-productos-higiene-cosmeticos-medicamentos-articulo-S0001731017302053

Aproximadamente un 6% de la población está sensibilizada a algún ingrediente de cosméticos, especialmente conservantes y fragancias. Cuando se describe un riesgo de sensibilización a un conservante los comités de expertos (Scientific Committee on Consumer Products y Cosmetic Ingredient Review, en Europa y Norteamérica respectivamente) emiten dictámenes que conducen a cambios legislativos determinando restricciones en las máximas concentraciones permitidas o incluso su prohibición. En consecuencia, la industria cosmética impulsa alternativas de conservación (nuevas moléculas o combinaciones). Ocasionalmente, los conservantes más modernos acaban desencadenando nuevos casos de sensibilización, tanto o más serios que los secundarios al conservante al que habían reemplazado. Así, con los años, se han sucedido varias «epidemias» de sensibilización a conservantes: formaldehído (años 50 y 60), metilcloroisotiazolinona/metilisotiazolinona (MCI/MI) (años 70-80), o metildibromoglutaronitrilo (años 90). Actualmente estamos inmersos en una «epidemia» de alergia a MI desde que, en 2005, se aprobara su uso en cosméticos, a una concentración <100ppm, en la creencia de que era menos sensibilizante que la MCI, y a pesar de que entonces ya se habían comunicado los primeros casos de dermatitis a la metilisotiazolinona

 

Sin embargo, nos alegra comprobar que se están empezando a ver conservantes de nueva generación en las tiendas online de cosmética casera cuyas composiciones de origen natural no sólo son más ecológicas sino también, en algunos casos, 100% biodegradables.

Éste es el caso del Leucidal antes mencionado, cuyo INCI es Lactobacillus Ferment. Se trata de un conservante a base de probióticos creado por la fermentación del Lactobacillus en un medio de crecimiento definido. El lactobacillus es una de las especies de microorganismos utilizados para producir productos fermentados, como el kimchi y el chucrut, un alimento básico de la dieta coreana, a partir de la col. Como muchos miembros de la familia de bacterias del ácido láctico, Lactobacillus es capaz de restringir el crecimiento de otros microorganismos al acidificar su entorno. Sin embargo, el Lactobacillus también produce nuevos péptidos antimicrobianos, conocidos como bacteriocinas, que son capaces de proporcionar una protección antimicrobiana de amplio espectro capaz de restringir el crecimiento de otros microorganismos al acidificar su entorno.

 

 

Conviene incorporarlo a nuestras formulaciones durante la fase de enfriamiento del proceso a temperaturas inferiores a 70°C. Los niveles de uso sugeridos son típicamente de entre 2 y 4%.

Dermorganics 1388 (INCI: Glycerin, Aqua, Sodium Levulinate, Sodium Anisate) es un conservante natural aprobado por ECOCERT que además de aumentar el tiempo de conservación de nuestros cosméticos, otorga también importantes propiedades para el cuidado de la piel pues contribuye a hidratarla y desinflamarla, con lo cual es apto incluso para las pieles irritadas o con acné. Tiene un olor suave que no interfiere con las formulaciones, al igual que el Leucidal.  Además, también todos sus componentes son de origen vegetal (anís estrellado, caña de azúcar, soya/maíz no transgénico) y glicerina.

 

 

Su aplicación más eficaz se daría en una dosificación de entre el 2-4 % del producto final y su capacidad de conservación es de hasta tres meses, más o menos también como el Leucidal. Y, por supuesto, cumple con los criterios ECOCERT (100 % natural y 46 % de origen orgánico/ecológico). Dermorganics se encuentra a la venta en la tienda online de cremascaseras.es.

Desconfiad, sin embargo, de los conservantes a base de alcohol bencílico y que se anuncian como ecológicos cuando se sabe desde hace años que el alcohol bencílico es una sustancia alergénica que puede provocar irritaciones cutáneas como así consta en la clasificación de la UE sobre sustancias alergénicas.

Fuente: https://single-market-economy.ec.europa.eu/sectors/cosmetics/cosmetic-products-specific-topics/fragrance-allergens-labelling_en

La tienda francesa de aroma-zone cuenta, por supuesto, con Leucidal y GSE, pero ofrece, además, una alternativa conservante ecológica que se conoce con el nombre de Plantaserv Q y que ellos denominan Naticide. Se trata de un conservante antibacteriano y antifúngico de amplio espectro que asegura la conservación de las preparaciones cosméticas que contienen una fase acuosa. Este líquido incoloro-amarillo de olor dulce avainillado es de origen natural y en su composición encontramos compuestos aromáticos con propiedades antibacterianas y antifúngicas. Es por ello que su INCI es así de simple: Fragrancia.

 

 

Se utiliza sobre todo en leches y lociones y en champús y geles de ducha en una dosis máxima del 1%. Es complicado de disolver en el agua, pero se puede incorporar cuando la emulsión aún está caliente (admite bien la temperatura) para que se integre mejor y se disuelva en los aceites.

Y claro, por supuesto, no podemos olvidarnos del famoso extracto de semilla de pomelo que tanta polémica ha causado y que se conoce como ESP en español (GSE en inglés). Si es posible, intentad conseguirlo como éste (por ejemplo, en la tienda de Aroma-Zone) que está especialmente diseñado para su uso como conservante dermocosmético y contiene una adición de ácidos orgánicos (ácido láctico, cítrico y ascórbico) que lo hacen especialmente indicado para su utilización en cosmética casera.

Éste de Aroma-Zone en concreto es de origen natural, no contiene cloruro de bencetonio, ni parabenos, ni triclosán, y es totalmente biodegradable. Eso sí, no es susceptible de ser utilizado por vía interna como antibiótico; aunque permite prolongar la vida de nuestros cosméticos “caseros” a base de agua durante aproximadamente 1 mes.

 

 

También hemos encontrado este otro producto de GSE especial para cosmética casera en una tienda neerlandesa. En este caso, contiene un 60% GSE y un 40% de glicerina vegetal.

 

 

 

Los que se encuentran normalmente en el mercado contienen un máximo de un 33% de GSE y, por supuesto, tampoco llevan el agregado de la glicerina si no han sido diseñados para su uso en cosmética. INCI Nomenclature: Grapefruit (Citrus Grandis) Extract (and) Glycerin.

El extracto de semilla de pomelo (GSE) de uso interno es un agente antimicrobiano de amplio espectro a base de semillas y pulpa de cítricos. Se mezcla con glicerina vegetal para que no sea irritante para la piel y las membranas mucosas cuando se usa en formulaciones cosméticas. Las propiedades antibacterianas y antifúngicas del extracto de semilla de pomelo lo convierten en un conservante cosmético ideal en productos como champús, cremas, lociones, exfoliantes y jabones.

Y es que este agente terapéutico, en su versión de uso interno, se utiliza en todo el mundo por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas naturales. En estudios de laboratorio, este extracto en particular ha demostrado actividad contra bacterias grampositivas y gramnegativas, incluidas E. Coli, Staph. Aureus, así como hongos como Pseudomonas Aeruginosa, Aspergillus Flavus y Aspergillus Niger. Tiene un uso muy seguro y es completamente biodegradable. Su historial de 30 años de seguridad y eficacia como agente terapéutico humano lo avala. El GSE de uso interno es incluso lo suficientemente seguro como para usarlo como desinfectante para el agua potable cuando es necesario.

 

 

 

 

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