LOS MÚLTIPLES USOS DEL AGUA DE CAL, LA MIEL, LA SAL Y EL BÓRAX EN COSMÉTICA NATURAL
En un artículo anterior introdujimos las bondades del bio linimento calcáreo para tratar el culito de los bebés y también como loción corporal en general, pues queda una crema super grasa que se absorbe muy bien e hidrata en profundidad.
En este artículo queremos hablar de una serie de ingredientes naturales imprescindibles para la salud natural y la de nuestras preparaciones cosméticas caseras.
¿Qué tienen en común todos estos componentes naturales?
No sólo todos ellos son ingredientes de origen natural sin manufacturar con múltiples propiedades de cara al cuidado de nuestra piel, sino que, además, por sus propiedades intrínsecas, favorecen la conservación final de nuestros productos cosméticos caseros sin necesidad de añadirles conservantes sintéticos.
El agua de cal, como explicábamos en este anterior artículo, se forma a partir de la cal apagada, u hidróxido de calcio.
https://naturamatters.com/es/2024/03/21/como-preparar-un-linimento-casero
La cal se obtiene a partir de roca caliza extraída en canteras que se transporta a una fábrica donde se tritura y criba para su posterior calcinación en hornos a una temperatura de 900ºC. En esta reacción química se libera CO2 y quedan óxidos de cal. Después se enfría, almacena y ya tenemos la cal viva, (óxido de cal). Entonces, esta “cal viva” se somete a un proceso de hidratación, añadiendo agua, para obtener la cal hidratada en polvo, “cal apagada”, u hidróxido de calcio.
Para su aplicación cosmética, volvemos a añadirle agua y así constituimos el agua de cal.
OS LO RECORDAMOS DE NUESTRA ENTRADA ANTERIOR, NECESITAREMOS:
Medio litro de agua desmineralizada y
Unos 5 grs de hidróxido de calcio.
*Si no disponéis de agua desmineralizada, podéis hervir el agua potable y dejarla enfriar.
INSTRUCCIONES:
Le añadís al agua desmineralizada la cucharada de 5 grs de hidróxido de calcio (cal apagada) removiendo bien. Al poco veréis que la cal se hundirá hasta el fondo de la botella.
La dejaremos reposar una hora y a continuación, transferiremos la mezcla con un embudo y un filtro de papel a un envase de vidrio.
Esta agua de cal puede conservarse durante varios meses en un lugar fresco. Una parte de ella (100 ml) la emplearemos para preparar nuestro linimento casero.
EL LINIMENTO BIO-CALCÁREO, que empleará:
100 ml de agua de cal + 0’5 gramos de bórax (lo añadiremos al agua de cal)
100 ml de aceite de oliva, aceite levemente ozonizado, o cualquier oleado del que dispongáis.
Y unos 6 grs de cera de abejas.
Procedimiento para preparar el linimento:
Una vez obtenida el agua de cal, diluiremos los 0,5 gramos de bórax en 100 ml del agua de cal.
*Sin el añadido del bórax las fases se separarán. También la hemos preparado así, sin bórax, que es la que se preparaba tradicionalmente y queda muy bien porque, aunque se desfase, sigue siendo muy hidratante.
Y, a continuación, fundiremos la cera de abejas en el aceite de oliva al baño maría.
Retiraremos del fuego y añadiremos el agua de cal sin dejar de batir con un batidor eléctrico. La dejaremos enfriar y ya podremos utilizar nuestro linimento casero.
LA COSMÉTICA NATURAL DE LOS INFLUENCERS
La red está petada de blogs y recetas sobre cosmética natural casera que muy poco tienen de cosmética artesanal o sostenible.
Principalmente, porque las recetas que nos ofrecen están cargadas de ingredientes redundantes o innecesarios, pero costosos (aquí se lucran las páginas proveedoras de materias primas para elaborar cosmética natural), de conservantes sintéticos (se añade un gramo o más por receta) o, por otra parte, de los milagrosos aceites esenciales.
Y, según el ayurveda, la máxima de Hipócrates “que tu alimento sea tu medicina” deberíamos aplicarla también a los productos que utilizamos para cuidar de nuestra piel y que, según esta tradición médica milenaria, también habrían de ser comestibles (food grade), vaya.
Tu piel no necesita medicinas ni aceites esenciales, sino nutrientes, es decir grasas, aceites e hidrolatos, con una gran capacidad de absorción por nuestra piel, y un alto nivel de biodisponibilidad.
Los aceites esenciales* los usamos más con la idea de perfumar nuestras preparaciones, siempre más aconsejables que un perfume sintético por las propiedades que aportan, y en dosis mínimas. Y, en cualquier caso, los aceites esenciales son una medicina con un enorme potencial antibiótico.
Si decidimos emplearlos, bastará pues con unas pocas gotitas, pues tienen una gran capacidad biocida y nadie queremos ya, como en el pasado ocurría, tomar antibióticos de manera preventiva. Sin dejar de lado el hecho de que es necesario utilizarlos con mucha precaución en niños pequeños o mujeres embarazadas.
Como alternativa, disponemos de los hidrolatos, obtenidos de manera similar, pero mucho más suaves y aconsejables para nuestros productos cosméticos de uso diario.
Y, además, si es un producto totalmente natural, (pues una de las grandes ventajas de elaborar cosmética natural casera es que no necesitamos añadirle conservantes legalmente establecidos para poder comercializarlo), no necesitamos añadirle ningún tipo de aroma. Probablemente, olerá a comida, que es un olor maravilloso porque es el olor de los nutrientes que necesita nuestra piel.
La siguiente receta, por ejemplo, huele a aloe natural.
CREMA DE ACEITE DE COCO Y GEL DE ALOE CURADO
Previamente a la elaboración de esta receta, necesitaréis curar el gel de aloe natural obtenido a partir de una penca de aloe.
Como sabéis, bastará con dejar la penca por la noche unas horas en remojo para que suelte una toxina amarillenta que puede ser irritante. A la mañana siguiente, cortaremos los laterales de la penca con un cuchillo y la partiremos por el medio. Así será más fácil extraer el gel, con una cucharilla, de cada mitad de la penca.
GEL DE ALOE VERA CURADO Y RECONSTITUIDO
Con algunos de estos elementos mencionados en el título de nuestro artículo, como el bórax y el agua de cal, hemos creado nuestro propio gel de aloe vera natural (pues no lleva un agregado de siliconas o conservantes sintéticos, como los geles de aloe comerciales) para uso personal.
Es posible utilizarlo, como en este caso, como ingrediente para preparar otra receta, o también, en general, como loción para después una exposición solar intensiva, o incluso como gel de tratamiento del acné cutáneo, etc…
Ingredientes:
3 partes de gel de aloe vera natural
1 parte de aceite vegetal levemente ozonizado
1 parte de agua de cal y, opcionalmente, con el añadido de 0,1 grs de bórax por cada 10 ml de agua.
-Una pequeña cucharadita de miel si lo vais a usar como aftersun, dado el efecto de refuerzo de la miel a la hora de tratar las quemaduras solares.
-Si no lo vais a usar como loción de tratamiento post exposición solar, vaya, lo que en inglés todos conocemos como aftersun, nuestro consejo es que lo espeséis un poquito con glicerina vegetal natural que, además, le aportará emoliencia al resultado final.
Aunque, existen también otros espesantes naturales que podéis utilizar, por ejemplo:
1.- Goma xantana, en un porcentaje de un 1% sobre la cantidad total de gel de la que dispongáis.
2.- Alginato de sodio, también utilizado como espesante de salsas y gelificante en la cocina moderna, en un porcentaje entre un 2 – 5%
3.- Polvo de sílice, o ácido silícico apto para gelificar tanto agua como aceite, así como otro tipo de líquidos. En cosmética es común su uso para la elaboración de pastas de dientes, maquillajes en polvo y está especialmente indicado para pieles grasas ya que aumenta la capacidad de absorción. Se usa en una proporción de entre un 5 -10 %
AHORA VAMOS CON LA CREMA DE ACEITE DE COCO Y GEL DE ALOE
Si preparáis esta crema, podréis comprobar que el aloe que contiene mantiene intactas todas sus propiedades durante meses, al igual que el resto de la crema. Simplemente conservadla en un tarrito de vidrio a temperatura ambiente y alejadla de fuentes de calor.
Ingredientes:
45 gr de aceite de coco
15 grs de cera de abejas
80 grs de gel de aloe curado en agua de cal, y con el añadido de 1 gr de bórax, pues vamos a emulsionarla con cera de abejas natural.
25 grs de aceite levemente ozonizado de oliva
Procedimiento:
En un recipiente resistente al calor, pondremos al baño maría la cera de abejas hasta que esté completamente derretida, y le añadiremos el aceite de coco y el aceite ozonizado de oliva.
A continuación, los 80 grs de gel de aloe curado en agua de cal y bórax y empezaremos a batir la mezcla.
Sacamos del fuego y envasamos. Así de sencillo.
USOS: Comprobareis que esta crema es casi un ungüento con usos múltiples que se puede usar a diario sin ningún tipo de contraindicaciones.
¿QUÉ ES LA BIODISPONIBILIDAD DE UN INGREDIENTE?
En el contexto de los nutrientes y otros ingredientes dietéticos, la biodisponibilidad es similar a la absorción del ingrediente. En este link encontrareis información extensa sobre el tema.
https://bpspubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1365-2125.2012.04425.x
Hoy en día, los consumidores de medicina natural son cada vez más exigentes con la biodisponibilidad de un producto que, en términos médicos, hace referencia a la capacidad de un fármaco u otra sustancia para ser absorbido y utilizado por el organismo.
Sin embargo, muchos de estos consumidores siguen consumiendo cosmética comercial y cremas que, cuando menos, le dejan a uno la piel “acartonada”, sino le producen irritaciones o rojeces.
Esto ocurre frecuentemente con el uso diario (quiero aclarar el uso diario porque a veces uno prueba un día una crema y parece que le va bien, pero cuando empieza a usarla a diario entonces empiezan a surgir los problemas) de cremas con una alta carga de ingredientes sintéticos cuya biodisponibilidad y, por tanto, nivel de absorción, son bajos. Lo que la piel no puede procesar, lo expulsa de una manera u otra, como ya explicaban Hipócrates, y la medicina ayurvédica hace miles de años.
Además, el uso de productos de limpieza doméstica tóxicos en nuestro entorno cotidiano, que además son susceptibles de ser inhalados, también es una gran fuente de malestar en las personas con asma o alergias.
El éxito del bio-linimento calcáreo tradicional a base de agua de cal, cera de abejas y aceite se debe, sin duda, a la gran biodisponibilidad (y, por tanto, capacidad de absorción e integración) que se produce con la fusión de estos tres elementos naturales.
LA BIODISPONIBILIDAD DE LOS SPRAYS DE ACEITE DE MAGNESIO
Como comentábamos, ocurre en muchas ocasiones que un producto nos da problemas al aplicarlo porque en su composición se utilizan elementos e ingredientes de origen sintético o plástico, que son los que nuestro organismo y nuestra piel rechaza en mayor medida por no reconocerlos.
Esto ocurre, por ejemplo, con los sprays de magnesio preparados a partir de las escamas de cloruro de magnesio que se venden para tal fin y que se obtienen por procesos químicos, como sabéis.
¿Qué es el cloruro de magnesio y porqué es tan importante?
El cloruro de magnesio, de fórmula MgCl2, es un compuesto mineral iónico a base de cloro, cargado negativamente, y magnesio, cargado positivamente. El cloruro de magnesio puede extraerse de salmueras o del agua de mar y es una gran fuente de magnesio.
Como decíamos, se encuentra en la sal que no ha sido refinada y en varios alimentos, y es muy necesario para la salud pues es un mineral esencial para la nutrición adecuada de nuestro cuerpo. Según un estudio, se estima que participa en 300 reacciones bioquímicas. Este mineral regula el funcionamiento de los músculos y los nervios, apoya la función del sistema inmunológico, mantiene el ritmo cardíaco y contribuye a que los huesos permanezcan fuertes. Además, ayuda a nivelar la glucosa en la sangre y la producción de energía y proteína.
Y aunque el cloruro de magnesio que nos venden para elaborar el aceite de magnesio casero se obtiene, en principio, del agua de mar, esta obtención implica un proceso de electrólisis conocido como proceso Dow en el que el cloruro de magnesio se regenera a partir del hidróxido de magnesio utilizando ácido clorhídrico: Mg(OH) 2(s) + 2 HCl(aq) → MgCl 2(aq) + 2 H 2O(l); o también a partir de carbonato de magnesio mediante una reacción similar.
En cambio, si utilizamos sal de Nigari* que, por otra parte, no sólo se emplea como coagulante de la leche de soja para elaborar tofu en Japón, sino también para preparar las fórmulas de leche materna comerciales, veremos que esta sal se obtiene de manera totalmente natural a partir de la evaporación del agua de mar. Se trata pues de un cloruro de magnesio totalmente natural, por lo que no está completamente refinado (contiene hasta un 5% de sulfato de magnesio y diversos minerales).
*La sal de Nigari es un producto versátil que puede utilizarse con diversos fines. Puede utilizarse como complemento alimenticio, como aromatizante en la comida, como sal de baño, como limpiador y como medicamento. También es una buena fuente de yodo, importante para la función tiroidea.
El uso del magnesio en spray se popularizó enormemente cuando se vio que una gran parte de la población tenía déficit de este elemento mineral esencial y que el uso de un spray resultaba más cómodo y adecuado que la ingesta de suplementos que no siempre sentaban bien.
Sin embargo, si lo habéis probado, el spray comercial tampoco sienta bien y produce picor y, a veces, hormigueo.
Estos sprays se preparan con escamas de cloruro de magnesio, del siguiente modo, según la página de “Mejor con salud”: https://mejorconsalud.as.com/prepara-casa-propio-aceite-magnesio/
Ingredientes:
½ taza de copos de cloruro de magnesio.
½ taza de agua (125 ml).
Un spray para guardar la mezcla.
ACEITE DE MAGNESIO A PARTIR DE SAL DE NIGARI
Probad ahora a preparar este mismo spray de aceite de magnesio, pero utilizando sal de Nigari.
Se recomienda diluir una parte de sal de Nigari por unas 10 partes de agua si queremos aplicarlo de manera tópica sobre la piel.
Envasadlo, si posible, en un spray pulverizador de vidrio y ya os lo podéis aplicar a discreción. Comprobareis la diferencia.
Incluso podéis incluir esta base de agua enriquecida con magnesio para preparar otro tipo de productos en contacto con la piel como desodorantes, pulverizadores antimosquitos, etc.… sin ningún problema y con los beneficios de enriquecer vuestro producto DIY con magnesio natural.
¿POR QUÉ LOS ALJIBES EN EL PASADO SE RECUBRÍAN DE CAL APAGADA?
El aljibe era tradicionalmente un depósito para la recogida y almacenamiento de agua de la lluvia. Los aljibes toman su significado del árabe hispano “algúbb”, que procede a su vez de un término del árabe clásico que significa cisterna o pozo. Se trata de un depósito grande que, generalmente se sitúa bajo tierra y su principal función es recoger y conservar el agua de la lluvia. Tradicionalmente, estos aljibes se elaboraban mediante materiales de construcción que evitasen la contaminación del agua. Por esto, su interior tenía que estar bien impermeabilizado y sin fisuras, para evitar pérdidas de agua.
Sus paredes se enlucían de una argamasa de arena, cal y agua y, posteriormente, se pintaban con cal apagada. De esta manera se aseguraban de que los muros del aljibe contaran con una destacada capacidad de transpirabilidad y aislamiento de humedades, así como de prevención de mohos y bacterias.
Y aunque los aljibes surgieron en Arabia, los griegos y los romanos también supieron hacer buen uso de este invento. Estos pueblos mediterráneos, recubrieron las paredes internas del aljibe, además de con esta argamasa de arena, cal y agua; con arcilla roja, óxido de hierro y resina de lentisco, un arbusto habitual en las zonas mediterráneas y cuyas propiedades desinfectantes son ampliamente conocidas en el ámbito de la medicina natural.
El conjunto de todos estos elementos impedía las filtraciones y que el agua se pudriera en su interior. Este invento, como decíamos, se usó durante siglos para captar el agua de las lluvias y utilizarla posteriormente para uso doméstico, incluso para darle de beber a los animales o hasta a los humanos.
Hace varias décadas en el medio rural eran pocos los hogares que no contaban con este receptáculo de agua para hacer acopio de ella y guardarla para tiempos de necesidad.
https://materialesmodernos.com/construccion-de-un-aljibe-con-acabado-de-mortero-de-cal
Hoy en día, en pequeñas islas que no disponen de ríos u otras fuentes de agua dulce, se sigue recogiendo hoy en día esta agua de lluvia que se utiliza para todo tipo de usos, gracias al recubrimiento de las paredes de la cisterna con esta agua de cal purificadora.
USOS TRADICIONALES DE LA CAL
Es por todo ello que la cal se ha utilizado tradicionalmente de manera extensa:
-Aprovechando su poder cáustico y desinfectante para evitar que los insectos subieran a los árboles frutales, aplicando con una brocha la cal por el tronco. Igualmente se usaba para cauterizar las heridas de los árboles tras la poda.
– Como mortero o argamasa, empleado en la construcción de edificios populares, aprovechando la cualidad de la cal de adquirir gran dureza al contacto con el aire. La cal apagada en polvo se mezcla con arena y agua para hacer el mortero. La cal usada en el mortero recupera el CO2 de la atmósfera, recuperando su dureza original y devolviendo el agua que tomó durante el proceso de apagado.
– Elaboración de pinturas murales con la técnica del fresco. El proceso es el mismo, se va dando la capa de mortero fino y mientras aún está tierna se realiza el fresco que al quedar la capa caliza dura, con la pintura en su interior, proporciona al fresco una gran resistencia a los agentes externos y al paso del tiempo.
– Para el revoque, lo mismo que en el fresco, la cal apagada mezclada con arena fina se utiliza para revocar las construcciones y dotarlas de un aspecto más estético y una gran protección frente a los elementos climáticos, al convertirse esta lechada de cal, una vez seca, en una capa impermeable al agua.
– Para blanquear las paredes, además del factor estético, en este uso se tenía en cuenta su poder desinfectante, tanto es así que en muchas ocasiones se llegaron a tapar frescos en iglesias mediante capas de cal para evitar la propagación de enfermedades.
– Prevención de infecciones en el caso de enterramientos de cadáveres durante las epidemias.
– Impermeabilización de estanques y aljibes.
– Corrección de la acidez de algunos suelos agrícolas.
LOS INTERESES DE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA
Lo que queremos exponer en este artículo es el hecho de que la industria farmacéutica, la industria de la cosmética comercial y, en general, los intereses comerciales, no siempre están alineados con nuestros intereses como consumidores.
Es por esta razón que hoy en día pretenden vendernos aljibes de plástico como medida para una mayor sostenibilidad medioambiental de los recursos hídricos cuando, como ya hemos visto, los árabes, griegos y romanos sabían perfectamente cómo construir un aljibe para que el agua se conservara en las mejores condiciones de salubridad.
https://rotoplascentroamerica.com/que-es-un-aljibe-y-para-que-sirve
Y es la misma razón por la que el uso del bórax ha sido demonizado y, en cambio, se permite la venta del elemento boron (food grade), dado que se ha visto el interés que tiene de cara a la salud de huesos y dientes, y en la prevención de la artritis y la osteoporosis.
De hecho, ya se habla de que el boro es para las paratiroides lo que el yodo es para la tiroides.
La idea de que el bórax es tóxico es un mito perpetuado por la institución médica, y la industria farmacéutica debido al incentivo de lucro que supone suprimir las medicinas naturales a la vez que se patentan cosas que pueden tratar, pero no curar, enganchándote al sistema médico y farmacéutico con la idea de obtener los máximos beneficios.
El bórax es más seguro en toxicidad que la sal, y el trabajo del Dr. Newnham muestra que realmente puede curar la artritis y la osteoporosis. El problema es que es muy barato, incluso los suplementos de boro comercializados son baratos.
Teóricamente, tendrías que poder obtenerlo a través de la ingesta alimentaria, si no fuera porque el uso de fertilizantes químicos inhibe la absorción de boro del suelo por parte de las plantas. Cualquiera que diga que se puede obtener en los alimentos no entiende el agotamiento del suelo.
Según este investigador, la carencia de boro hace que las paratiroides se vuelvan hiperactivas, liberando demasiada hormona paratiroidea que eleva el nivel de calcio en sangre al liberar calcio de huesos y dientes. Esto provoca artrosis y otras formas de artritis, osteoporosis y caries.
Con la edad, los altos niveles de calcio en sangre provocan la calcificación de los tejidos blandos, causando contracciones musculares y rigidez; la calcificación de las glándulas endocrinas, especialmente la glándula pineal y los ovarios; la arteriosclerosis, los cálculos renales y la calcificación de los riñones, que en última instancia conduce a la insuficiencia renal. Al parecer, la carencia de boro combinada con la de magnesio, es especialmente perjudicial para los huesos y los dientes.
En el pasado, el boro se utilizaba como conservante alimentario en muchos países. Hoy en día, la gente ha dejado de usarlo por razones que no están claras, y en Estados Unidos y China prefieren utilizar cloro y arsénico para conservar las verduras y el arroz. Ambos son mucho menos buenos para la salud (por decirlo suavemente) que el boro.
Y es la misma idea por la que cada año se desechan patentes antiguas de medicamentos, que en su día cumplían perfectamente sus funciones, para sustituirlas por nuevas patentes, mucho más caras por ser nuevas, y que cumplen con la excusa de ser más efectivas. ¿Más efectivas para qué?, para tratarnos de manera crónica úlceras, colesterol, azúcar o alergias sin curarnos de nada porque ahora ya se dice que, como estos trastornos son de tipo crónico, hay que seguir tomando las pastillas toda la vida.
Sin embargo, la mejor crema que se puede preparar con fase acuosa, y a la que no es necesario añadirle conservantes, se elabora a partir de la emulsión química del boro con la cera de abejas.
El bórax es el único elemento natural que permite utilizar la cera de abejas, junto con el agua, sin que se desfase, dado que produce una emulsión química de la cera de abejas. El pequeño añadido de bórax permite, pues, que podamos utilizar el emulsionante más natural que existe, la cera de abejas, para preparar una crema especialmente hidratante para las pieles más secas.
https://naturamatters.com/2022/06/20/balsamic-resins-in-dermo-cosmetics
RECETA DE CREMA NATURAL ELABORADA CON CERA DE ABEJAS Y BÓRAX
Esta crema, bajo una receta similar, era en la edad media una preparación galénica conocida como Cerato de Galeno, el famoso médico de la antigüedad.
Ingredientes:
53,50 g de un oleado o aceite vegetal de calidad.
33 g de un hidrolato que nos guste, o de agua destilada.
13 g de cera de abejas.
0,5 g de bórax* (que actúa como emulsionante además de como conservante).
Opcionalmente, unas gotitas de tintura de benjuí que, además de aportarle propiedades, le brinda un aroma excelente a esta crema.
PROCEDIMIENTO:
Derretimos la cera de abejas y el aceite al baño maría. Al mismo tiempo, calentaremos el hidrosol a la misma temperatura y le añadiremos el bórax. Ambas fases deben estar a un máximo de 70 grados.
Cuando la mezcla de cera y aceite esté totalmente fundida, le vamos agregando la mezcla de agua y bórax de a poquito y sin dejar de batir vigorosamente.
Finalmente, verteremos nuestra crema en un envase de vidrio, a ser posible.
El único conservante, además de co-emulsionante, que lleva esta preparación con fase acuosa es el bórax, así que utilizar un envase de vidrio alargará su vida útil y conservará nuestra crema en mejor estado.
SOBRE LA MIEL
El otro elemento olvidado de la farmacopea natural es la miel. La miel nunca habría de faltarnos en nuestras preparaciones de cosmética natural.
La miel es un conservante natural, lo que significa que puede durar mucho tiempo sin estropearse. De hecho, en las tumbas egipcias se ha encontrado miel con miles de años de antigüedad que no ha perdido sus propiedades. Y es que la acidez natural y la escasa humedad de la miel la mantienen comestible durante mucho tiempo si se sella adecuadamente. En las condiciones adecuadas, aunque cristalizara, un tarro de miel podría ser técnicamente comestible para siempre.
Desde la antigüedad, se ha venido utilizando en múltiples preparaciones medicinales. Hipócrates ya hablaba de las infusiones herbales en miel y vinagre que denominó “oxymeli”. “Encontrarás que la bebida llamada oximel es a menudo muy útil… porque favorece la expectoración y la libertad respiratoria” (Hipócrates, 400 a.C.)
Derivado de la palabra griega oxymeli, que se traduce como “ácido y miel”, el uso del oximel está documentado desde la época de Hipócrates como medio para utilizar y extraer hierbas cuyo sabor no resulta agradable. (Hipócrates, 400 a.C.). Estas hierbas suelen ser las aromáticas más picantes, como el ajo (Allium sativa) y la cayena (Capsicum annuum), que también desempeñan un papel de apoyo para los sistemas inmunitario y respiratorio (Green, 2000).
Tanto el vinagre de sidra de manzana como la miel cruda son aliados habituales en la cocina que pueden utilizarse para aliviar la garganta, calmar la tos o reforzar el sistema inmunitario en caso de resfriados y gripe. Cuando se combinan con hierbas de acción complementaria, los oximeles ofrecen un apoyo potente, y sabroso, en épocas de enfermedad o inmunidad comprometida.
Y es por eso que se conocen múltiples recetas tradicionales de oximel:
EL OXIMEL MÁS BÁSICO
Ingredientes
1 parte de vinagre de hierbas
1 parte de miel con infusión de hierbas
Instrucciones: Combinaremos el vinagre infusionado con la miel infusionada en un tarro de cristal esterilizado. Mezclaremos bien con una cuchara limpia y seca hasta que ambos preparados estén completamente combinados. Etiquetamos y guardamos en un lugar fresco y sin humedad durante 6 meses.
Nota: Los oximeles deben guardarse en tarros de cristal con tapa de plástico, ya que el vinagre de la mezcla corroe las tapas metálicas. Si no dispone de tapas de plástico, puede colocar un trozo de pergamino o papel encerado entre el tarro y la tapa.
LA PREPARACIÓN TRADICIONAL DE OXYMEL
Ingredientes
Hierba seca a elección
1 parte de vinagre de sidra de manzana
1 parte de miel cruda
Instrucciones: En un tarro de un litro limpio y seco, colocaremos suficiente hierba seca para llenar ¼ de su capacidad.
Cubriremos las hierbas con el vinagre y la miel hasta que el tarro esté lleno o un poco menos lleno (procurando que la proporción de hierbas por mezcla de vinagre y miel sea de aproximadamente 1:3).
Removeremos la mezcla con una cuchara limpia y seca, enroscaremos una tapa de plástico hermética y agitaremos hasta que esté bien mezclada.
Guardaremos el tarro en un lugar oscuro y fresco y lo agitaremos cada dos días.
Al cabo de unas semanas, tan sólo habremos de colar la mezcla y guardarla en un tarro de cristal.
LA MIEL EN LA HIGIENE DIARIA
Nuestras preparaciones de jabón vaginal de uso diario a base de miel y betaína de coco se conservan intactas durante meses y meses. Y, lo que es más importante, se pueden usar a diario sin causarnos irritaciones.
https://naturamatters.com/es/2021/02/18/gel-de-higiene-intima-a-base-de-miel
En este artículo anterior os mostrábamos cómo preparar de manera casera un gel de lavado íntimo diario a base de miel y betaína de coco.
Ingredientes:
2 partes de miel cruda
1 parte de tensioactivo de betaína de coco.
Opcionalmente, hay quién le añade unas cucharadas de aceite vegetal, pero, dado que el aceite y la miel son inmiscibles, tendréis que agitar cada vez la mezcla.
USO: Bastarán unas gotitas en una tina de agua caliente para hacerte sentir limpia.
Tened siempre en cuenta que, aunque lavarse con este gel es preventivo de infecciones y problemas; si tenemos una infección vaginal reconocida, vamos a necesitar el uso de geles de lavado con biocidas.
GEL DE DUCHA A BASE DE MIEL Y BETAÍNA
También, si tenéis problemas de dermatitis o piel atópica, es importante que no uséis geles de ducha agresivos y; por tanto, este gel a base de miel y betaína de coco puede ser una excelente alternativa para vosotros.
Gel de ducha de aceite y miel
Como decíamos, la miel natural es inmiscible con los aceites vegetales, por lo que, si decidís agregar aceite a vuestra mezcla de miel y betaína de coco, tendréis siempre que agitarla previamente.
Personalmente, tengo dudas de que el agregado de aceite llegue realmente a ser provechoso en esta mezcla, por lo que simplemente utilizo la receta del gel que ya conocemos con 2 partes de miel por una de betaína de coco.
Bastan unas gotitas de este gel en la esponja de baño para enjabonaros sin problemas, pero si lo encontráis pegajoso, podéis ajustar las cantidades y añadir más cantidad del agente tensioactivo betaína y menos cantidad de miel.
Y, aunque existen en la actualidad muchos otros tensioactivos naturales derivados del aceite de coco que hacen más espuma, la betaína de coco sigue siendo el más suave y natural que conozco.
ACEITE DE BAÑO A BASE DE MIEL CRUDA
Nuevamente, puede que a alguien con la piel normal esta receta no le llame su atención, pero si tenéis una piel sensible o atópica, necesitáis utilizar geles y aceites de baño especialmente formulados para evitar destruir la barrera lipídica de vuestra piel y agudizar así el problema.
Este aceite de baño lleva miel, por sus enormes propiedades para la piel y su capacidad probiótica; pero, como decíamos, la miel es inmiscible con los aceites. Sin embargo, existe un pequeño truquito para conseguir integrarla utilizando ácido esteárico y el tensioactivo líquido de betaína. Aunque, en principio, el ácido esteárico no es ningún emulsionante, en algunos casos puede actuar como tal.
Ingredientes:
Una cucharada de miel cruda (unos 15 grs)
Una cucharadita de ácido esteárico (unos 10 grs.)
Unos 150 ml de una mezcla de aceites de vuestra elección. Ejemplo: 100 ml de aceite de almendras, 50 ml de aceite de macadamia…
35 ml de betaína de coco. Podéis utilizar otro tensioactivo que produzca más espuma, pero ha de ser líquido para emulsionar la mezcla de miel y aceites.
Opcionalmente, extracto C02 de coco por su aroma y propiedades.
Procedimiento:
Empezaremos calentando la miel, en la que desharemos la cucharada de ácido esteárico.
Cuando todo esté disuelto, añadiremos los aceites y, por último, la betaína de coco batiendo bien para que todos los elementos se integren.
Opcionalmente, le añadiremos unas gotitas del extracto C02 de nuestra elección.
USO: Bastarán unas gotas en la bañera, o en vuestra esponja de baño, si lo usáis en la ducha.
BIBLIOGRAFÍA
Green, J. (2000). The herbal medicine-maker’s handbook: A home manual. Berkley, CA: Crossing Press.
Hippocrates. (400 B.C.E.). On regimen in acute diseases. Retrieved from http://classics.mit.edu/Hippocrates/acutedis.html.