Los contaminantes y agentes de origen químico en el aire que respiramos, en los alimentos que consumimos, en los productos de higiene que utilizamos, etc, se han multiplicado desde la segunda mitad del siglo XX; como resultado, hoy nos enfrentamos a un aumento exponencial de la reactividad y las intolerancias.
Habréis observado que el problema de las alergias ha crecido exponencialmente en los últimos tiempos. Actualmente, muchas mujeres de entre 40 y 50 años que nunca antes habían tenido ningún tipo de alergia, sufren episodios de rinitis cuando cogen un resfriado, dermatitis, asma alérgica y la lista se amplía con un largo etcétera de problemas que muchas veces nos encontramos sin ser ni siquiera conscientes. Y no sólo mujeres, por supuesto, también hombres y niños.
Según el Dr. Alfons Malet i Casajuana, Director Médico del CENTRO AL-LERGO. “Las enfermedades alérgicas son un problema de salud pública mundial. El 30% de la población mundial se ve afectada por una o más enfermedades alérgicas. En nuestro país, una de cada cuatro personas padece algún tipo de trastorno alérgico. Y el 25% de la población infantil sufre algún proceso alérgico ”.
De repente, nuestro cabello se engrasa y se cae de manera inusual, o nos pica la cabeza cuando nos lavamos y pensamos que se debe a los cambios hormonales asociados, quizás, a condiciones de premenopausia, o quizás al hecho de que estamos estresados, y tal vez por eso, también tenemos caspa en nuestro cabello …
No nos detenemos a pensar que quizás sea porque nuestro champú contiene tensioactivos muy agresivos que están destruyendo la capa lipídica de nuestro cuero cabelludo y que producen ese sobreengrasado que nos provoca la caspa o la caída del cabello.
Y cuando nos empieza a picar la piel y un día aparece con rojeces y eccemas, pensamos que tenemos dermatitis y acudimos al especialista, que nos prescribirá cremas a base de cortisona y formulaciones químicas, sin ponernos a pensar que tal vez podría deberse a alguna crema “cara” llena de parafinas y componentes sintéticos que nos hayamos untado, o algún producto de limpieza agresivo con el que hemos entrado en contacto.
A raíz de lo que hemos venido en llamar “la crisis tóxica”, por la cual los contaminantes y agentes de origen químico en el aire que respiramos, en los alimentos que consumimos, en los productos de higiene que utilizamos, etc, se han multiplicado en las últimas décadas; nos enfrentamos hoy a este aumento exponencial de las alergias y la reactividad o reacción exagerada de nuestro sistema inmunológico, que es lo que vienen a ser, mayormente, las alergias.
Queremos aclarar que, aunque no estamos reñidos con la medicina convencional, muchas veces nuestros criterios pueden no ser totalmente coincidentes. Si necesitais asesoramiento médico, es mejor que acudáis a un especialista en medicina alopática. Nuestro punto de vista, aunque intenta siempre unir ambas medicinas bajo una visión integradora, opta por un paradigma holístico que se basa en una visión del universo como energía.
Desde esta visión integral de la salud, queremos dedicar este blog a la investigación y difusión de una forma diferente de vivir “en nuestra piel” y en nuestro entorno. Buscamos un estilo de vida más respetuoso con nuestro entorno natural y más en armonía con los ciclos naturales. Abriéndonos, en este caso, a la posibilidad de una vida diferente más en contacto con la naturaleza y con nosotros mismos.
En este blog os ofreceremos recetas sobre salud y cosmética natural. ¡No dejeis de seguirnos!
¿POR QUÉ PRODUCTOS DE COSMÉTICA E HIGIENE CON INGREDIENTES NATURALES?
Los cosméticos y los productos de belleza son una fuente importante de exposición química para la mayoría de nosotros. Un producto de belleza promedio contiene docenas de químicos dañinos, muchos de los cuales ni siquiera han sido probados en humanos.
Afortunadamente, existen alternativas naturales para todos los productos cosméticos y la mayoría funcionan mejor que las alternativas cargadas de químicos. Sé qué os estaréis preguntando cómo podéis encontrar todos los ingredientes necesarios y cuánto os costará la inversión.
Es cierto que los ingredientes naturales cuestan más por adelantado, pero a la larga nos ahorran dinero porque son tan versátiles que se pueden utilizar en múltiples recetas.
Tampoco se necesitan tantos ingredientes para hacer un producto que dure mucho tiempo. Y eso es lo que quiero mostraros en esta página. Es posible, contando con algunos ingredientes clave, elaborar muchas recetas de cremas, champús, desodorantes y geles caseros.
Es más, si tenéis una piel reactiva como la mía, veréis que incluso es necesario.
Y si, por el contrario, decidís comprar un producto de la parafarmacia para tratar las pieles atópicas, es posible que os encontréis, cómo me pasó a mí, con el problema de que al cabo de un tiempo os cambian el producto al que estabais acostumbrados, o peor aún, su composición, para abaratarlo.
Lo que quiero decir es que, con lo que compráis, es imposible controlar el proceso o el producto, mientras que lo que prepara uno mismo siempre se puede adaptar a sus necesidades reales. Y podemos solucionar muchas de las necesidades de higiene de nuestra piel y cabello de una forma muy sencilla con productos que todos tenemos en la despensa de casa.
Así, por ejemplo, es muy fácil hidratar y acondicionar la piel de nuestro rostro con una sencilla mascarilla facial de miel. Para ello, untaremos miel tibia en nuestro rostro y la dejaremos durante unos 20-30 minutos. Quizás con música relajante. Posteriormente nos enjuagaremos con agua tibia y, finalmente, agua fría, para cerrar los poros. La miel también funciona muy bien como un lavado facial suave que se puede usar todos los días.
Para acondicionar nuestro cabello, desenredarlo y darle brillo después del lavado, simplemente podemos mezclar una parte de vinagre blanco con cinco partes de agua (quizás menos agua si usamos vinagre de manzana que tiene menos ácido) y rociar y enjuagar el cabello. A la mezcla podemos agregarle de 5 a 10 gotas de nuestro aceite esencial favorito para darle un buen aroma a nuestro cabello.
Si tenéis el cabello muy seco o dañado y queréis acondicionarlo intensamente, podéis mezclar aguacate y leche o crema de coco en una licuadora y aplicarlo sobre el cabello seco. Dejadlo actuar hasta 30 minutos y enjuagad.
Para el cabello graso, masajear el cabello con bicarbonato de sodio antes de aplicar el champú y lavarlo como de costumbre puede ser de gran ayuda. Aunque, sin duda, es mucho mejor preparar un champú para cabellos grasos de entre las recetas que ofrecemos en entradas posteriores. ¡Y tampoco es tan complicado!
ALERGIAS ALIMENTARIAS Y DIETA
Según este mismo doctor, Alfons Malet i Casajuana, Director Médico del CENTRO AL-LERGO, las alergias que más han aumentado comparativamente en los últimos tiempos son las de origen alimentario.
Montse Bradford también se refiere a este problema en su página (www.montsebradford.es): “Cada día son más las personas afectadas por algún trastorno digestivo como gases, diarreas, estreñimiento, digestiones largas y pesadas, mala flora intestinal, incompatibilidades con determinadas alimentos, intestinos débiles, acidez, cándida, indigestión ”… ¿Alguna vez os habéis preguntado por qué esta lista se hace cada vez más larga?
Nosotros sí lo hemos hecho. Como veníamos hablando, la dermatitis se debe en gran parte al uso de cremas y productos de higiene con componentes sintéticos que acaban en nuestro torrente sanguíneo. El asma alérgica se debe principalmente a contaminantes y toxinas en el aire que respiramos. Según este mismo razonamiento, ¿no creéis que las alergias alimentarias tendrán mucho que ver con la dieta de alimentos procesados cargados de conservantes, espesantes, colorantes, etc… que consumimos hoy en día?
Expertos alergólogos españoles han publicado el siguiente estudio: Según estos expertos, “en 2050 la mitad de la población de los países desarrollados padecerá alguna alergia”.
En la actualidad, uno de cada cuatro españoles ya es alérgico. Una cifra que va en aumento y que se disparará de aquí a 2050, cuando los expertos vaticinan que la mitad de la población de los países desarrollados sufrirá algún tipo de alergia, es decir, el doble que ahora.
El estudio también describe un nuevo perfil del alérgico en España: alguien cada vez más joven (la edad media baja de 16 a 12 años), con más rinitis-conjuntivitis, menos asma y más alergias a los alimentos. Además, las mujeres son más alérgicas que los hombres (ellas son el 58%), excepto en la alergia a himenópteros (picaduras de abeja y otros insectos), en el que ellos son siete de cada 10.
Seis de cada 10 pacientes padecen rinoconjuntivitis: La mucosidad nasal, estornudos, congestión y picor nasal, además de lagrimeo, picor, escozor, congestión y enrojecimiento de los ojos son los síntomas principales de la rinitis o rinoconjuntivitis, la primera enfermedad y la forma en que la manifiestan seis de cada 10 alérgicos en España. Su prevalencia crece desde el informe de 2005 del 55 al 62% de los casos.
El segundo diagnóstico más común es el asma bronquial, que sin embargo cae del 28 al 23,4%. El tercer motivo es una hipersensibilidad a algún medicamento, con el 17,7% de los casos, más un 10% en el caso de las alergias alimentarias. Estos también crecen desde el 14,4 y el 7% de los casos que representaban en 2005.
Se duplican las alergias a los alimentos: En poco más de una década se han duplicado las alergias a los alimentos, ya que han pasado del 3,6% en 1992 al 7,4% en 2005 y un 11,4% en 2015. La leche, la fruta, el huevo y los frutos secos son los alérgenos principales en el caso de los más pequeños. La leche es la causante del 60% de las alergias en los menores de dos años (frente al 51% en 2005) y la fruta en los niños de algo más de edad (siete de cada 10 alergias entre los siete y los 10 años, cuando en 2005 eran solo tres de cada 10).
Los niños son más alérgicos que los adultos, ya que la prevalencia del 20-25% de la población alérgica general se eleva al 25-30% en el caso de los más pequeños. Sobre todo en el caso de determinadas enfermedades, como ha subrayado el presidente de la SEAIC: “Uno de cada 10 niños en Madrid tiene asma bronquial, que se ha convertido en la enfermedad crónica más importante de la Comunidad de Madrid”. A pesar de esto, el asma ha disminuido en general en comparación con 2015, mientras que la rinitis y las alergias alimentarias han aumentado.
Según este mismo estudio aduce: “La cura de las alergias, por ahora, solo es posible en algunos casos y temporalmente a través de vacunas. Para su tratamiento, la fórmula más común son los antihistamínicos, seguidos de los corticoides nasales tópicos ”. Queremos señalar que este tratamiento se basa en la medicina alopática convencional.
Como hemos comentado anteriormente, nuestras opiniones se basan en la naturopatía y la medicina holística y es muy probable que no coincidan del todo. Nuestro consejo es que, si el lector se encuentra ante un problema de este tipo, una buena idea siempre es consultar, primero, todas las posibilidades y, finalmente, decidir cuál es la que más nos conviene.
Y no sólo alergias alimentarias, el tipo de dieta que hacemos y nuestros hábitos higiénicos se está viendo cada vez más que tienen una enorme influencia en muchas enfermedades crónicas cada vez más frecuentes en nuestra sociedad actual como el síndrome del colon irritable, la colitis ulcerosa, la fibromialgia, la celiaquía y demás intolerancias …
Y si en lugar de alergias, dermatitis y otras intolerancias lo que nos preocupa es el cáncer, nos vendrá bien leer las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) al respecto:
“Comer carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de cáncer, como concluyó hoy un panel de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El dictamen considera que este tipo de alimento es “cancerígeno para el ser humano” y lo incluye en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud junto al humo de tabaco, alcohol, plutonio o aire contaminado, entre otros más de 100 compuestos previamente analizados ”. Y lo incluyen en el grupo de riesgo 1.
Este organismo también considera que la carne roja (ternera, cerdo, caballo, cordero, cabra…) es “probablemente cancerígena”, especialmente en lo que respecta al cáncer colorrectal, y la considera un factor de riesgo tipo 2.
FUENTES:
https://www.thelancet.com/journals/lanonc/article/PIIS1470-2045(15)00444-1/fulltext
En nuestro próximo libro, queremos hacer extensiva esta información sobre las implicaciones dietéticas de algunas de las alergias y afecciones cutáneas más comunes.
Según la terapia de Clark: La enfermedad no es natural, sino que es el resultado de una crisis de toxicidad que ocurre cuando el nivel de toxinas en nuestro cuerpo se desborda. En este momento, la enfermedad se produce en un intento de nuestro cuerpo por deshacerse de las toxinas y recuperar el equilibrio interno o la homeostasis.
Las toxinas pueden tener un origen tanto externo como interno. Las toxinas pueden originarse a partir de aditivos químicos en los alimentos, contaminantes ambientales, desechos metabólicos atrapados o venenos generados por bacterias que descomponen los restos de alimentos de nuestras entrañas.
Una vez que nuestro organismo ha alcanzado el nivel de tolerancia a las toxinas, la alarma se dispara y comenzamos a notar los primeros signos de dolor o malestar. Entran en juego los órganos emuntorios congestionados y los sistemas de eliminación como la piel, los pulmones, el hígado, los intestinos, los riñones, el sistema linfático y el sistema inmunológico.
El sistema inmunológico incluso puede movilizar células autoinmunes y anticuerpos para reducir los niveles de toxicidad. Durante esta etapa reactiva de la crisis de toxicidad, uno puede sentirse débil y sin apetito como cuando tiene fiebre, ya que el cuerpo está usando toda su energía para deshacerse de las toxinas.
Pero a menos que logre eliminar los factores que han llevado a esta crisis, es probable que las toxinas se acumulen nuevamente y el problema vuelva a intensificarse. Si no se revelan las causas, lo más probable es que se reproduzcan nuevas crisis de toxicidad que terminen desembocando en una enfermedad crónica.
Es un hecho que hace cien años, solo el 10% de las personas padecía enfermedades crónicas. Hoy, las enfermedades crónicas representan el 90% de los problemas de salud.
De una manera más optimista, pensemos también que la naturaleza (madre naturaleza) tiene una cura para todos los males. Esta característica es un mecanismo incorporado para mantener la vida en el planeta. Si la naturaleza no pudiera curarse a sí misma de las enfermedades, la vida en la tierra se habría desvanecido hace millones de años. Todas las formas de vegetación, incluidos los árboles, flores, frutas y verduras, así como todos los animales e insectos hasta las más pequeñas amebas y bacterias, están equipados con mecanismos de defensa altamente sofisticados para mantener su propia existencia y la del planeta.
El sistema inmunológico del hombre es el más sofisticado de todas las especies y puede desarrollar inmunidad frente a cualquier organismo invasor. El poder de nuestro sistema curativo, sin embargo, depende de nuestros pensamientos, sentimientos, los alimentos que comemos, la calidad del aire que inhalamos, el agua que bebemos, el entorno en el que nos encontramos y las cosas que elegimos hacer, ver y escuchar.
Si todas o la mayoría de estas diversas influencias nos hacen sentir bien, nuestro sistema inmunológico seguirá siendo eficiente. Incluso un pensamiento depresivo persistente o una emoción de miedo es suficiente para suprimir el sistema inmunológico, lo que puede hacer que nuestro cuerpo sea susceptible a los microorganismos invasores.
Hay muchas formas naturales disponibles de adquirir inmunidad. “La mejor vacuna contra las enfermedades infecciosas comunes”, según la Organización Mundial de la Salud, es “una dieta adecuada”. Los alimentos sin procesar y sin refinar, incluidas muchas frutas y verduras frescas, ayudan al niño a desarrollar la inmunidad natural y ayudan al adulto a mantenerla.
Para apoyar a nuestro sistema inmunológico en su lucha contra enfermedades o infecciones, podemos utilizar remedios naturales conocidos en las formas tradicionales de medicina (Medicina Ayurvédica, Medicina China o Homeopatía) porque no interfieren con el mecanismo de curación del cuerpo, como es el caso de las medicinas convencionales. Por contra, sus procedimientos de limpieza y sus remedios estimulantes del sistema inmunológico, facilitan que el cuerpo se deshaga de las toxinas y se enfrente a los patógenos de manera natural.
Si padecemos una infección o cualquier otra enfermedad, en lugar de sucumbir a esta influencia debilitante, decidámonos a adoptar las medidas positivas que apoyen el cuerpo en sus esfuerzos de curación. Confiemos en que no puede haber mejor médico en el mundo que nuestro propio cuerpo, que está equipado con la mejor farmacia que podría existir. Es mejor usar remedios de limpieza naturales antes que tomar antibióticos u otros medicamentos. Estos últimos son útiles y necesarios sólo en situaciones graves.
Y, como afirman autores actuales de relevancia en el tema de la salud natural como Mercola, A.Williams o el propio Andreas Moritz, estamos conectados eléctricamente con el planeta.
En el medio en que vivimos, hay campos electromagnéticos por todas partes, pero son invisibles para el ojo humano. Se producen campos eléctricos por la acumulación de cargas eléctricas en determinadas zonas de la atmósfera por efecto de las tormentas. El campo magnético terrestre provoca la orientación de las agujas de los compases en dirección Norte-Sur y los pájaros y los peces lo utilizan para orientarse.
Todos hemos oído hablar de los peligros de las interferencias electromagnéticas. Los electrodomésticos, los teléfonos, las computadoras, los televisores, las antenas, generan campos magnéticos de intensidades muy diferentes. La comunidad científica se ha planteado dudas sobre los posibles efectos producidos por la exposición a estos campos en general y por la exposición a las frecuencias de teléfonos móviles en particular y, aunque se ha sugerido que podrían producirse efectos sutiles sobre las células que podrían influir en el desarrollo del cáncer, también se ha planteado la hipótesis de posibles efectos sobre los tejidos excitables por estímulos eléctricos que podrían influir en la función del cerebro y los tejidos nerviosos.
Por el momento no hay conclusiones científicas unánimes, pero, a nivel particular, pensad que hay personas que han sufrido de insomnio y otras alteraciones simplemente debidas a una interferencia o cruce de las líneas energéticas del planeta y que lo han resuelto girando la cama o recorriéndola unos pasos, a veces incluso con ayuda de los zahoríes que localizan las fuentes de agua bajo la Tierra siguiendo estas mismas indicaciones energéticas del planeta.
Pensad en todo esto, y si sentís que alguno de estos campos magnéticos (sean naturales, sean artificiales) puede estar condicionando vuestra salud, ponerle remedio no es tan complicado. Las perturbaciones electromagnéticas pueden producirnos un montón de molestias de salud e incluso insomnio crónico si no solucionamos la causa de la perturbación.
Como muy bien sostiene el autor sobre salud natural Andreas Moritz, las perturbaciones electromagnéticas en el cuerpo también pueden ser provocadas por una sobreexposición a la contaminación química.
Como sabréis, el grado de contaminación interior en la mayoría de los hogares y lugares de trabajo modernos es muchas veces mayor que la contaminación exterior. Agregad a estos contaminantes los químicos dañinos contenidos en los cosméticos, desodorantes y perfumes, ropa, alimentos, agua y aire que ingresan a nuestro cuerpo todos los días, e incluso un cuerpo normalmente sano sucumbirá a la sobredosis de tales formas de estrés y coacción.
Aunque muchos de nosotros no podemos evitar por completo vivir en un entorno contaminado, podemos intentar reducir nuestra exposición directa a él lo menos posible.
Y esto es lo que intentamos hacer a través de este blog, brindaros recetas sobre salud y cosmética natural que nos ayuden a superar la “crisis tóxica” en la que todos estamos inmersos de una forma u otra.