“Se llama flora vaginal al conjunto de bacterias que viven de forma natural en la zona íntima femenina. La presencia de estas bacterias en su mayoría Lactobacillus tiene una función protectora, ya que producen ácido láctico y otras sustancias, que mantienen el pH vaginal ácido inhibiendo la proliferación de microorganismos patógenos”.
“Cada mujer alberga varios tipos de lactobacilos, que evolucionan a lo largo de su ciclo y de su vida en función de las variaciones hormonales, del entorno, de la higiene íntima, de la vida sexual, etc. En periodo de menopausia, el pH es naturalmente de 7 mientras que en un estado normal el pH de la vagina varía entre 4 y 5”.
Así pues, como nuestra compañera de bcncosmetics (https://www.instagram.com/bcncosmeticss/); y https://bienestarintimofemenino.com/2021/01/24/414/
comenta; es importante en cualquier etapa de la vida cuidar de que nuestra flora vaginal se mantenga en buen estado, pero durante la menopausia y premenopausia (que empieza unos años antes de que dejemos de tener definitivamente menstruaciones) es si cabe más importante por la sequedad vaginal que se genera y porque el ph natural de la vagina se alcaliniza siendo menos efectivo a la hora de protegernos de cándidas y posibles infecciones.
Hemos estado pensando en la receta adecuada de cara a formular un gel de higiene íntima de uso diario.
Un jabón para la higiene íntima diaria, a nuestro juicio, ha de contar con tensioactivos* muy suaves y naturales que respeten la flora vaginal. *Los tensioactivos son moléculas orgánicas que ayudan a disolver o emulsionar sustancias insolubles en agua; aceites, grasas, suciedad…
Sin embargo, los jabones y tensioactivos, por muy naturales que sean, agreden los microrganismos de nuestra piel y mucosas rompiendo el equilibrio de la barrera dérmica saludable de la piel. Esto es totalmente lógico porque si no fueran capaces de remover los restos de grasa, suciedad y microorganismos no tendrían tampoco un efecto de limpieza.
Si los tensioactivos no son de origen natural por descontado que tienen un efecto mucho más agresivo sobre la piel y las mucosas. De ahí la importancia de que usemos jabones naturales derivados de aceites vegetales (como el jabón de Castilla) y tensioactivos vegetales derivados del aceite de coco como la betaína de coco, por ejemplo.
Es por esta razón que un segundo componente que nutra y restituya nuestra mucosa vaginal se hace necesario, y este segundo componente ha de tener, a nuestro juicio, un carácter probiótico. Y es por ello que hemos escogido la miel como segundo componente de nuestro gel de higiene íntima. La miel está llena de probióticos y antioxidantes.
La miel, durante miles de años, ha sido utilizada internamente para tratar trastornos digestivos y también en su uso tópico para curar heridas infecciosas y quemaduras. Según el gurú de la fermentación, Sandor Katz, en su libro, El Arte de la Fermentación, escribe Katz que la miel cruda contiene “una abundancia de levaduras”. En la miel encontramos: 16 géneros de bacteria, 13 géneros de levadura, y 12 géneros de mohos. Es por esta razón que “la mayoría de las bacterias y microorganismos no pueden crecer ni reproducirse en la miel”.
La miel tiene pues muchas propiedades como probiótico y como antibiótico natural suave que preserva la flora bacteriana de nuestra piel y mucosas. Es por ello que esta receta de gel para la higiene íntima nos ayudará a mantener la flora bacteriana natural de nuestra vagina en perfecto estado.
Este gel también se puede utilizar como gel de ducha en caso de pieles delicadas.
Ingredientes para unos 120 ml aprox. de preparación:
-Un 60% de tensioactivo jabonoso/ 72 gr de jabón líquido de Castilla
-Un 35% de miel/ 42 g de miel
-Un tsp (5gr) de aceite vegetal (aceite de semilla de uva, aceite de jojoba, aceite de almendras dulces, aceite de sésamo o aceite de oliva)
No vamos a utilizar aceites esenciales en nuestra fórmula de jabón para la higiene íntima diaria porque, como hemos repetido muchas otras veces, los antibióticos, aunque sean naturales, no son una buena idea como preventivos.
Los AE son una solución contundente que debe emplearse cuando existe un desequilibrio real, no como agentes preventivos del desequilibrio. Para ello, utilizaremos, en este caso, un probiótico como es la miel.
PROCEDIMIENTO: Bastará con combinar la miel con el tensioactivo que hayamos elegido y agregarle el aceite vegetal y la vitamina E. Agitamos bien y envasamos.
Sin embargo, los aceites esenciales son conocidos por sus beneficios contra los trastornos cutáneos. Los aceites esenciales pueden aliviar, curar, desinfectar y desodorizar la piel.
ACEITES ESENCIALES COMO TRATAMIENTO
El aceite esencial de árbol de té tiene propiedades antibacterianas de amplio espectro, además de tener la capacidad de ser suave con la piel. Es efectivo contra el acné, pieles grasas, pieles irritadas e inflamaciones. Es además el AE de elección a la hora de combatir las cándidas vaginales y es por esta razón que si sufrís de picor vaginal y sospecháis que podéis estar incubando este tipo de desequilibrio, podéis utilizar unas gotitas de este aceite en forma de suero, es decir, diluidas en un aceite vegetal portador.
O, incluso, de manera más eficaz, verted unas gotitas sobre las braguitas y dejadlo actuar durante la noche. Veréis como a la mañana siguiente el problema habrá desaparecido y es muy probable que no tengáis que acudir a otro tipo de remedios más agresivos.
El aceite esencial de ylang-ylang también es un gran aliado de la salud sexual femenina. Es perfecto para el cuidado de las pieles irritadas y para regular las pieles grasas pero además es un gran soporte en caso de astenia sexual o falta de libido, sobre todo para la mujer. Podemos preparar un aceite con 2 gotas de AE de canela de Ceilán y 8 gotas de ylang-ylang en 15 ml de aceite vegetal de sésamo o avellana. Aplicaremos 3 – 4 gotas realizando un masaje sobre la zona baja de la columna, 2 veces al día, durante 2 semanas.
COMO GEL DE DUCHA PARA PIELES SENSIBLES
Si vais a utilizarlo como gel de ducha para bebés o para tratar las pieles sensibles, podéis hacerlo directamente según las proporciones anteriores, o también podéis modificar ligeramente la receta para conseguir un mayor poder de lavado.
Cantidades para preparar unos 250 ml de gel:
150 gr de jabón de Castilla líquido sin perfume: está elaborado con aceite de oliva y es muy suave para la piel; como alternativa usaríamos betaína de coco.
88 gr de miel: ideal por sus propiedades suavizantes;
1 TBSP (15 gr) de aceite vegetal de macadamia, argán, jojoba, almendras, oliva, etc. El aceite de macadamia, en concreto, tiene propiedades suavizantes, nutritivas y calmantes y deja la piel suave y sedosa;
4 gotas de vitamina E que nos servirán como antioxidante del aceite.
Opcionalmente, unas gotas de extracto aromático.
PROCEDIMIENTO:
Pesaremos los ingredientes y mezclaremos el jabón y la miel. Agregaremos el aceite vegetal y, opcionalmente, el aroma. Verteremos esta mezcla en una botella de gel de ducha reciclada, por ejemplo.
Vamos a utilizar un extracto aromático, de preferencia, en lugar de un aceite esencial porque como hemos repetido en otras ocasiones, los aceites esenciales tienen propiedades antibióticas naturales y su uso en la higiene diaria puede llevar a irritar nuestra piel.
Si vais a usar el gel de ducha con vuestro bebé, es mejor no usar aceites esenciales. Como máximo, agregad solo 1-2 gotas de aceite esencial de manzanilla o de aceite esencial de lavanda.
Si vais a utilizar este gel de ducha casero con vuestros hijos, reducid a la mitad las cantidades de aceite esencial.
Si lo vais a utilizar en personas con una piel sana es posible utilizar algunas gotitas de aceites esenciales suaves con la piel como los de ylang-ylang, sándalo o incluso mirra. Aunque éste último es mejor destinarlo a personas con verdaderos trastornos cutáneos como la dermatitis o la psoriasis y nunca lo usaremos en un gel para la higiene diaria.
No podemos aseguraros, como ya os comentábamos en un artículo anterior, que las fragrancias de tiendas diferentes a las de aroma zone no sean de origen sintético. Las de esta tienda francesa, como se detalla en su descripción, son de origen natural y con certificación Ecocert.
Si no podéis acceder a los productos de esta tienda, os recomendamos que reviséis muy bien la composición de una posible fragancia antes de adquirirla para evitar que tenga sustancias sintéticas perjudiciales para vuestra salud y también para la salud del medio ambiente.
Os dejamos varios enlaces a diferentes fragancias florales y frescas que podéis elegir para darle aroma a vuestro gel de ducha:
O de muguet con notas florales frescas:
A las que os gusten los aromas más clásicos:
https://www.aroma-zone.com/info/fiche-technique/extrait-aromatique-naturel-vanille-bio-aroma-zone
https://www.aroma-zone.com/info/fiche-technique/extrait-aromatique-naturel-framboise-bio-aroma-zone
A continuación, os ofrecemos también algunas sugerencias de aceites esenciales y sus beneficios. Recordad que utilizarlos de manera puntual es siempre más provechoso:
Aceite esencial de manzanilla: perfecto para pieles secas y sensibles. Para uso contra el acné, eccemas y dermatitis.
Aceite esencial de geranio: ideal para pieles grasas. Para uso contra el acné, el envejecimiento cutáneo, la dermatitis y otros trastornos cutáneos. El aceite esencial de geranio ilumina y revitaliza la piel apagada.
Aceite esencial de pomelo: este aceite esencial reafirma la piel. Es extremadamente eficaz para limpiar profundamente la piel grasa. Si no usáis más de 15 gotas en la mezcla, este aceite no presenta peligro de fotosensibilización.
Aceite esencial de lavanda: especialmente suave y beneficioso para todo tipo de pieles, incluidas las muy sensibles. Perfecto contra el envejecimiento de la piel, el acné, el eccema y la psoriasis. Alivia la piel irritada que pica.
Aceite esencial de palmarosa: también llamado geranio indio, estimula el crecimiento celular, hidrata la piel y regula las secreciones sebáceas. Un aceite esencial imprescindible para el cuidado de la piel.
Aceite esencial de pachulí: tiene propiedades antipruriginosas, astringentes, fungicidas y antisépticas. Excelente contra el acné, las grietas, la piel agrietada, la piel grasa y la piel envejecida.
Aceite esencial de menta: debido a que es particularmente potente, usaremos solo la mitad o menos (25-30 gotas como máximo) de las cantidades que normalmente se utilizan. Refresca, refresca y estimula la piel. Perfecto contra el acné porque tiene propiedades astringentes. Es conveniente además evitar el uso de aceite esencial de menta durante los primeros 4 meses de embarazo.
Aceite esencial de romero: estimula y revitaliza la piel. Es un gran AE antienvejecimiento. Es efectivo además frente al acné, eczemas y dermatitis. Procuraremos evitarlo durante el embarazo y también si padecemos epilepsia o presión arterial alta.
Aceite esencial de sándalo: se utiliza contra el acné, la piel seca, las grietas y la piel agrietada. También eficaz en la lucha contra las arrugas y el envejecimiento de la piel.
Aceite esencial de naranja dulce: Es un gran sebo regulador, calmante y suavizante de la piel. Ideal para pieles grasas o apagadas.
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